Este miércoles, el fiscal Luis Arce Córdova declinó, en carta pública, su participación como miembro titular del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) del Perú y pidió que designen a su suplente. Con esta decisión queda al desnudo la crisis electoral en la nación inca, derivada de las irregularidades encontradas en la segunda vuelta presidencial del pasado 6 de junio.
En su carta, Luis Arce Córdova no solo señala a las autoridades electorales de hacer caso omiso de las evidencias de fraude, sino que además afirma: “todo parece estar consumado desde hace mucho tiempo atrás”. Es decir, denuncia una conspiración de larga data por parte de sectores izquierdistas para incorporar al Perú a los designios geopolíticos del Foro de Sao Paulo.
La crisis que surge de las propias entrañas del JNE, echa por tierra las recientes declaraciones del vocero del Departamento de Estado norteamericano, Ned Price, respecto a que “las recientes elecciones presidenciales de Perú fueron justas y un modelo de democracia en la región”.
La carta de declinación de Luis Arce Córdova también la da la razón al expresidente colombiano Andrés Pastrana, quien la semana pasada, en diversas declaraciones, incluyendo una entrevista en CNN en Español, responsabilizó al JNE de la crisis que vive el Perú.
En respuesta al ex mandatario, el JNE elaboró un video tergiversando deliberadamente los señalamientos de Pastrana con el fin de desprestigiarlo, al tiempo que, centenares de cuentas de Twitter se activaron con la misma intención. Ahora se entiende la respuesta del Jurado Nacional de Elecciones, evidentemente, Pastrana estaba poniendo el dedo en la llaga que ahora revela el fiscal Arce.
Antes de la declinación de Arce, ya el expresidente de la Corte Suprema de Justicia de Colombia, Jaime Alberto Arrubla, jurista con dilatada experiencia, había identificado el problema de fondo a través de un artículo titulado ¿Por qué el Foro de Sao Paulo persigue a Andrés Pastrana?, en el cual desenmascaró la parcialidad del JNE y denunció las redes internacionales detrás del fraude en el Perú, semejante a los perpetrados en Venezuela y Bolivia.
A estas alturas, cuando ya la inmensa mayoría de los peruanos desconfía del sistema electoral –como bien lo revela una encuesta de Datum Internacional– la única alternativa que queda para garantizar la paz y la gobernabilidad en el Perú es repetir la segunda vuelta presidencial.
En este sentido, más de treinta parlamentarios, personalidades y periodistas de Iberoamérica, hicieron pública una carta mediante la cual proponen a las autoridades peruanas repetir la segunda vuelta.
“La sospecha de fraude por parte del 70 por ciento de los electores, el grave pronunciamiento de exjefes militares y las acusaciones–válidas o no–sobre el comportamiento parcializado de las autoridades, han convertido un asunto de orden técnico-electoral en un delicado problema político”, dijo el grupo.
Lo que ocurra en Perú no solo definirá el futuro de ese país, se trata de una batalla del Foro de Sao Paulo que se libra en territorio inca, para tratar de cambiar el mapa geopolítico de la región. De allí la urgencia de aclarar los indicios de fraude, para lo cual todos los demócratas del mundo debemos estar atentos y vigilantes.
