El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que el juicio político iniciado por los demócratas en la Cámara de Representantes tras el asalto al Capitolio forma parte de la «caza de brujas» contra él.
Los demócratas acusan a Trump de «incitar a la insurrección» por la protesta en el Capitolio el 6 de enero.
Trump, que ha hablado con los medios antes de partir hacia Texas, ha abogado de nuevo este martes por la «no violencia» y ha catalogado de «peligroso» que los demócratas quieran volver a apartarle del cargo –ya lo intentaron sin éxito a principios de 2020 también por la vía del ‘impeachment’–.
«En realidad es la continuación de la mayor caza de brujas de la historia política. Es ridículo, absolutamente ridículo«, ha sentenciado en declaraciones a los periodistas. En este sentido, ha acusado directamente a los principales líderes demócratas en el Congreso, Nancy Pelosi y Chuck Schumer, de poner en riesgo al país.
El presidente considera que el discurso ante los manifestantes del 6 de enero, en el que proclamó que «nunca» aceptaría el resultado de las elecciones, fue «totalmente apropiado».
Sobre la suspensión de sus cuentas en redes sociales, el presidente ha dicho que ello provoca «enfado», si bien ha presumido de que sigue teniendo un «enorme apoyo». «Creo que las grandes empresas tecnológicas le están haciendo cosas horribles a nuestro país«, ha asegurado.
Reunión con Pence
Donald Trump y Mike Pence se vieron el lunes en la Casa Blanca, en su primer encuentro desde el asalto al Capitolio. Según fuentes consultadas por varios medios, la reunión duró alrededor de hora y media y se desarrolló en un tono cordial.
Pence se ha convertido en protagonista de estos últimos días por los llamamientos a invocar la Vigésimo Quinta Enmienda de la Constitución, que faculta al vicepresidente a reunir una mayoría de gobierno con la que desbancar al presidente. El vicepresidente ha rechazado invocar dicha enmienda constitucional.
