Los socialdemócratas alemanes (SPD) han acordado en una asamblea interna impulsar a nivel nacional una pornografía feminista subvencionada y encaminada a combatir los ‘estereotipos sexuales’
En el año 2014, el presidente del Partido Popular europeo, Joseph Daul, se refirió al libre acceso a la pornografía como uno de los grandes logros de la Unión Europea. Quizá la afirmación parezca descabellada, pero lo cierto es que sintetiza bien el objetivo antropológico de la burocracia bruselense: la construcción de un hombre encerrado en sí mismo, entregado al placer efímero y, por tanto, más fácilmente moldeable.
En este contexto, los socialdemócratas alemanes (SPD) han acordado en una asamblea interna impulsar a nivel nacional una pornografía feminista subvencionada y encaminada a combatir los ‘estereotipos sexuales’. Esta propuesta, que revela la podredumbre moral de una sociedad en descomposición, procede de las juventudes del partido, quienes ven en la pornografía una ‘oportunidad educativa’.
De salir adelante en el Parlamento nacional esta proposición tal cual ha sido planteada por las juventudes socialdemócratas, webs públicas como ARD y ZDF comenzarían a ofrecer esta pornografía feminista. ‘El porno mainstream generalmente exhibe estereotipos sexistas y raciales en los que el consentimiento no tiene ninguna importancia y ciertas fisonomías óptimas son estandarizadas’, reza el comunicado difundido por el SPD.
En este sentido, los firmantes del texto abogan por una alteración sustancial de la pornografía: ‘En estos vídeos, el sexo parece más una actuación o una competición deportiva que lo realmente es. Todo funciona y no hay comunicación entre los participantes. No hay intentos, no hay fallos, no hay prueba de cosas nuevas’.
La dura realidad, sin embargo, es que tratar de combatir los perniciosos efectos de la pornografía – incremento del ‘machismo’ – con más pornografía se nos antoja poner tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias. La pornografía, en cualquiera de sus formas, banaliza las relaciones sexuales (que dejan de simbolizar la entrega plena al otro) y deshumaniza al hombre. No en vano, no presenta a la persona como un fin en sí misma, sino como un medio para ‘suministrar’ placer y satisfacer apetitos.
Socios de Angela Merkel
Debe recordarse, en este sentido, que el SPD no es ni mucho menos un partido marginal en Alemania. Al contrario, fue el segundo más votado en los últimos comicios y forma parte del Ejecutivo encabezado por Angela Merkel (su líder, Olaf Scholz, es vicecanciller). Por tanto, no debería desconcertarnos que su propuesta sobre la pornografía subvencionada fructificase.
Una miembro de las juventudes se ha afanado en explicar la esencia de este porno feminista cotejándolo con el convencional: ‘En el porno feminista hay gordos, flacos, jóvenes y ancianos; todos disfrutan del sexo. En el porno convencional, por su parte, el sexo es como un deporte competitivo. Lo principal es la mujer, a la que se humilla en ocasiones’.
Argumento demasiado endeble, en cualquier caso, para justificar la necesidad de que el Estado subvencione los vicios de cada uno.
