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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Censuran por racismo 'Matar a un ruiseñor' y 'Huckleberry Finn' en EEUU

 

Un distrito escolar de Minnesota ha retirado de sus planes de estudio ‘Matar a un ruiseñor’ y ‘Las aventuras de Huckleberry Finn’.


El distrito escolar de Duluth, en Minnesota (Estados Unidos), ha ordenado la retirada de dos de las novelas más populares de la literatura norteamericana de sus planes de estudios: ‘Matar a un ruiseñor’, de Harper Lee, y ‘Las aventuras de Huckleberry Finn’, de Mark Twain. El motivo que alegan las autoridades es que los dos libros contienen «críticas raciales que podrían humillar a los estudiantes».
El responsable de Educación del distrito, Michael Carey, ha declarado que el objetivo es «velar por todos los estudiantes» y ha recordado que existen «otras opciones literarias» que las novelas de Lee y Twain y «que además no contienen insultos racistas».
La polémica llega por el uso de la palabra ‘nigger’, una palabra que designaba a los negros despectivamente y que la policía de lo políticamente correcto la ha convertido en tabú. De hecho, en los medio de comunicación y otras publicaciones se sustituye por un término eufemístico: ‘The N-word’.
En las citadas novelas el término ‘nigger’ se emplea con frecuencia. No obstante, hablamos de libros considerados por la crítica como «antirracistas» por lo que su prohibición ha levantado una oleada de críticas.
«Creemos que podemos enseñar los mismos valores y expectativas con otras novelas que no provoquen humillación y marginación en los estudiantes», ha asegurado Carey, que ha admitido que su decisión ha provocado una «atmósfera incómoda en las aulas».
La Coalición Nacional Contra la Censura ha mostrado su disconformidad con lo sucedido: «Los problemas de vivir en una sociedad donde las tensiones raciales persisten no se resolverá desterrando del aula obras clásicas de la literatura».
«El aula es el lugar donde la historia y el uso destructivo del lenguaje se puede analizar y debatir. Más que ignorar el problema, los educadores deberían crear espacios para el diálogo donde los estudiantes se enfrenten a los vestigios del racismo y de la opresión de la raza negra», ha sentenciado.

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