El miércoles 23 de mayo tendrá lugar un almuerzo homenaje a Pedro en reconocimiento a su magnífica trayectoria a lo largo de su mandato.
Con valor, sacrificio, determinación y acierto. Así es como Pedro López Arriba ha cumplido con el deber de servir al Centro Riojano de Madrid y a sus asociados durante los más de 10 años que ha estado al frente de la Presidencia de la institución, cargo que ahora se ha visto obligado a dejar por motivos de salud.
A partir del 31 de mayo, el mejor escaparate de La Rioja en la capital de España tendrá nuevo presidente. Y es que esta ha sido la fecha elegida para la convocatoria de unas elecciones que debían celebrarse el próximo año, cuando finalizaba su mandato. “Preferimos evitar interinidades y dar continuidad al funcionamiento interno”, manifestaba López Arriba para justificar la anticipación de los comicios.
El miércoles 23 de mayo a partir de las 14:30 horas tendrá lugar un almuerzo homenaje a Pedro en reconocimiento a su magnífica trayectoria a lo largo de su mandato.
Para él, la década al frente del Centro Riojano ha sido “intensísima” -así la define-. La prueba de ello es su trabajo y compromiso con la difusión de los valores culturales de La Rioja y del espíritu y sentir riojanos mediante la cooperación entre las instituciones de la región y sus ciudadanos residentes en Madrid. “En este tiempo, además de resolver la situación de licencias municipales -pendientes de renovación/actualización desde el cambio de sede en 1984-, lo que se ha hecho ha sido colocar a la entidad de lleno en el siglo XXI. En cuanto a la oferta de servicios, en cuanto a la calidad de las actividades de la Casa, en cuanto a la organización y financiación, etc… Luego salió todo lo demás, casi solo”, ha señalado López Arriba en declaraciones a La Gaceta.
Cuando fue elegido presidente en 2007 -recuerda- se marcó como objetivo principal “resolver la difícil situación creada por algunos de los vecinos del inmueble de nuestra sede, que veían con muy malos ojos la presencia de una entidad como nuestro Centro Riojano en el edificio”. El otro gran objetivo principal, ha relatado, fue potenciar la actividad para que el Centro llegara a convertirse en una referencia importante en Madrid en aspectos como el gastronómico, el cultural y el recreativo. Esto lo hizo “potenciando las cosas que ya había, como el Trofeo Rioja y Oro, y creando otras nuevas”. “Y ha funcionado”, celebra.
Pedro se muestra agradecido a las numerosas personalidades destacadas de la política, el pensamiento o la literatura que han pasado por el Centro. “Todas las personas a las que hemos convocado alguna vez, nos han atendido casi siempre”, ha afirmado.
También ha habido momentos duros en esta década. El más difícil, relata, “queda ya lejos”. Tuvo lugar en los tiempos iniciales de su mandato y sucedió “en los litigios con los vecinos del inmueble de nuestra sede. Fue la negativa de quien entonces regía la comunidad de vecinos de Serrano, 25 de llegar a ninguna clase de acuerdo”.
Preguntado por el momento que recuerda con más cariño, reconoce que “el mejor momento son muchos: cada celebración en junio de San Bernabé, o en noviembre de San Millán, el apoyo constante de la inmensa mayoría de los asociados a las iniciativas en la Casa…”.
López Arriba no quiere despedirse sin dedicar unas palabras a los 815 socios del Centro que seguro le echarán de menos. “Podremos continuar otros 117 años más si entendemos que las personas individuales verdaderamente importantes nunca son los directivos, sino los asociados que eligen a esos directivos y les dan su apoyo y confianza. El porvenir del centro Riojano, como en cualquier asociación, está en las manos de quienes sustentamos la asociación con nuestra presencia y nuestras aportaciones, como socios. Mientras eso siga siendo como hasta ahora, el Centro Riojano continuará siendo el principal escaparate de La Rioja en Madrid y una entidad de referencia en Madrid y en toda España”, les ha dicho.
