El Gobierno de España ha optado por no revelar públicamente las inversiones que China ha realizado en empresas españolas, ni el volumen total de dichas operaciones. Así lo ha confirmado Vozpópuli tras acceder a una resolución emitida por la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones, en respuesta a una solicitud de información. «Se trata de información clasificada», recoge el documento.
La decisión se ampara en el artículo 14.1 de la Ley 19/2013 de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno, que permite restringir el acceso a ciertos datos cuando su divulgación pueda suponer «un perjuicio para la seguridad nacional, la defensa o los intereses económicos y comerciales». Según el texto oficial, «el conocimiento de los detalles de los expedientes por personas no autorizadas podría dañar o poner en riesgo los bienes jurídicos que el procedimiento mismo pretende proteger».
Este hermetismo se produce en un contexto de acercamiento diplomático entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su homólogo chino, Xi Jinping, tras la visita del líder español a Pekín el pasado abril, en plena escalada de tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea. La resolución también aclara que corresponde a altos cargos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo la potestad de clasificar información bajo distintos niveles de confidencialidad, dentro de sus respectivas competencias.
Sin embargo, según las estimaciones de empresarios del país asiático, la inversión china en España ha alcanzado en 2024 una cifra récord de 11.000 millones de euros, el doble del total acumulado durante los ocho años anteriores. También las exportaciones españolas a China han experimentado un repunte del 4,3% ese mismo año.