El Partido Popular ha asumido que el paquete fiscal promovido por el Gobierno y aprobado en el Congreso de los Diputados con el respaldo de la mayoría de investidura es «irrevocable». Ante esta situación, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, ha decidido no vetar la reforma y, en su lugar, impulsar enmiendas con el apoyo de partidos como Junts o el PNV.
En este sentido, el plan de Feijoo contempla presentar enmiendas para rebajar el impuesto a la banca, aunque no eliminarlo por completo a pesar de los efectos negativos que tendrá sobre la inversión y en la concesión de créditos. Para ello, intentará conseguir el respaldo de los distintos socios del Gobierno, a los que el presidente del PP ya intenta atraer desde antes de la investidura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Sin embargo, al no vetar el paquete fiscal en el Senado, entrará en vigor un nuevo impuesto la banca, la elevación en dos puntos de la tributación en el IRPF a las rentas de capital por encima de los 300.000 euros, la creación de un nuevo impuestos a bienes de lujo, la eliminación de la exención a las primas de seguros privados sanitario y el aumento de los impuestos al tabaco y los vapeadores. Sin embargo, desplegará el Estatuto del Artista para acercarles a la «dignificación laboral» y mejorar su fiscalidad.