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los españoles deben hoy 293.643 millones de euros más

La deuda aumentó en 75.000 millones de euros el año pasado

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño (A. Ortega / EP)

España fue el país que más cayó en términos económicos durante la pandemia. El PIB se desplomó un 11,3% en 2020. Como solución, se plantearon unos presupuestos económicos, que debían provocar una recuperación en V, y la economía creció en 2021 un 5,5%, pero esta recuperación vino acompañada de un plan de gasto.

Se montaron para 2022 unos presupuestos que iban a impulsar a la nación a la cima de la Unión Europea, pero finalmente España quedó última porque con el crecimiento del 2,7% del PIB, a falta de corregir el último trimestre, seguimos siendo el único país de la UE y de la zona euro que no ha recuperado el PIB real del 2019. Esto no ha evitado que se esquilmen los bolsillos de todos los españoles y de muchas empresas con una recaudación extraordinaria de 45.000 millones a noviembre.

Se ha presupuestado un año 2023 con un crecimiento del 2,1%, pero lo que se espera es alcanzar solo la mitad de esa meta, generar más paro y más pérdida de empresas, y un déficit inalcanzable de pagar a la par que una inflación que dejará a las clases bajas sin recursos y a las clases medias con hipotecas que no podrán pagar porque el Euribor puede llegar al 5%.

En 2019, estos «magníficos» gestores que forman parte del Gobierno, que venían a renovar la sociedad y la han enfangado de la mayor porquería posible, hicieron crecer la economía un 2,0% y colocaron un incremento de la deuda de 14.492 millones de euros. Fue el único año que no machacaron del todo la economía.

Llega 2020 y mientras en la UE se intenta que todo no se desmorone, aquí el Tribunal Constitucional, con muchos meses de retraso, le dice al Gobierno que ha cometido dos actos totales de ilegalidad, que además condujeron a la economía a caer un 11,3% en el PIB, y que obligó al país a pasar de una deuda de 1.223 billones de euros de deuda a 1.346 billones. Esto supuso un incremento nunca antes alcanzado: en sólo 12 meses se llegó a una deuda de 122.431 millones de euros.

Pero se terminó la pandemia y, según el presidente, salimos reforzados. Creciendo eso sí, solo un 5,5% en 2021 y, a pesar de crecer un 5,5%, la gestión provocó de nuevo que se pasara de una deuda de 1.346 billones a 1.427 billones de euros, lo que añadió a la deuda del país otros 81.453 millones de euros. Muy difíciles de explicar en un país que crece un 5,5% y ha salido de la pandemia reforzado, además de que ha recibido 19.000 millones de euros de la UE para iniciar esa recuperación a través de los Fondos NextGeneration.

En 2022, la economía sólo creció un 2,7%, pero la inflación y no querer actualizar los baremos del IRPF y la negativa a bajar el IVA en productos básicos, lleva a una recaudación extraordinaria de 34.000 millones de euros en impuestos directos y en 11.000 millones en cotizaciones sociales. A pesar de llevarse a las arcas del gobierno esas cifras, cerró el año con una deuda de 1.502 billones de euros, que supone un incremento de 75.267 millones de euros.

Pese a todos estos datos, la ministra de Economía, Nadia Calviño, sacó pecho de la gestión del Gobierno y de cómo ha permitido reducir el endeudamiento y conseguir un equilibrio presupuestario. La realidad es que el PIB a precios corrientes creció un 11% y, por lo tanto, si divide la deuda sobre el PIB a precios corrientes, en porcentaje ha bajado la deuda sobre el PIB, pero hoy los españoles, gracias a su gestión y a la de su «carismático» líder, deben 293.643 millones de euros más.

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