El Tesoro Público, dependiente del Ministerio de Economía, que todavía dirige Nadia Calviño, acaba de presentar los datos de la deuda en circulación de la Administración Central del Estado, unos datos que confirmará el próximo 19 de septiembre el Banco de España, junto a los de la Seguridad Social, las comunidades autónomas y las corporaciones locales.
El Tesoro no trae buenas noticias y la deuda de la Administración Central, que bajó un poco en el mes de julio porque la recaudación no debió de ser muy mala, el pasado mes de agosto creció.
Este crecimiento es ligeramente superior en valor absoluto al que se produjo el año pasado en este mes. En agosto de 2022, la deuda subió en 6.232 millones de euros, lo que supuso un incremento de un 0,5% con respecto a la de julio.
Exactamente lo mismo ha pasado en el mes de agosto, partíamos de una deuda de 1,358 billones en julio y hemos crecido un 0,5% con respecto a julio, y nos hemos colocado en 1,366 billones, que suponen haber sumado 6.850 millones de euros y que se vuelva a colocar en una cifra histórica de deuda.
Esta deuda nos vuelve a llevar en el consolidado bajo el Protocolo de Déficit Excesivo, a una cifra que se colocará en 1,569 billones si no hay sorpresas, y cuando tengamos la consolidación de agosto volveremos a estar a 8.000 millones de los 1,577 billones que el Gobierno dijo a Bruselas que la deuda, pero con la diferencia de que este dato será en agosto y la promesa era que eso pasaría a 31 de diciembre de 2023.
Pero si analizamos lo que pasó en septiembre del 2022 con la deuda de la Administración Central del Estado (ACE), tendremos la posibilidad de ver qué nos puede pasar este año que lleva un camino de crecimiento muy parecido, pero con valores absolutos superiores.
Así, en septiembre la deuda de la ACE llegó a 1,298 billones, que supuso una subida en valor absoluto de 15.365 millones de euros y que en porcentaje fue de un 1,2%.
Si aplicamos este cálculo a los 1,366 billones con los que hemos cerrado agosto, septiembre podría suponer un incremento de 16.389 millones y la deuda quedarse en 1,382 billones. Al llevar esta subida de 16.389 millones a la deuda PDE, nos encontramos que al cierre de septiembre podemos estar por encima 1,585 o muy cerca del 1,590 porque las comunidades, aunque no mucho, siguen creciendo mes a mes su endeudamiento. Colocarnos a finales de septiembre entre 1,585 y 1,590, supone cerrar el año por encima de los 1,6 billones y muy lejos de los 1,577 prometidos a Bruselas.
Mientras, el Banco de España confirma que los fondos Next Generation no se han repartido y que sólo ha llegado a la economía real un 10% de los 37.000 millones recibidos y varios países le están haciendo luz de gas a España y van a votar en contra de que Calviño alcance la presidencia del BEI, a pesar de sus esfuerzos y de los de Pedro Sánchez. Parece así que las noches de vino y rosas están dejando paso a espadas afiladas y obligación de cumplimiento de los compromisos. Si esto continúa así, la deuda puede ser el motivo por el cual se pongan en marcha mecanismos que activen el control y la supervisión de nuestro Gobierno que no para de cometer desmán tras desmán.
