En España hay 22.210 molinos eólicos repartidos en 1.371 macro parques en más de mil municipios. Entre ellos, sólo el más grande de estos ocupa 4.200 hectáreas, lo que equivale a seis mil campos de fútbol o a la superficie total de la ciudad de Bilbao.
Esta situación provoca una grave conflictividad social en las 47 provincias que cuentan con instalaciones de este tipo ante el notorio impacto sobre el paisaje como también sobre la riqueza agrícola, pecuaria y forestal. Así, este problema se acentúa en las regiones con mayor potencia instalada, como es el caso de Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha.
Con vistas a 2030, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé que se multiplique por dos la potencia eólica instalada, pasando de los 31GW actuales a 62GW, incluidos 3GW de eólica marina flotante. No obstante, duplicar la potencia instalada implica el despliegue de otros 22.000 molinos en campos, montes y costas, lo que agravaría aún más los conflictos sociales que se están generando. Además, la entrada en juego de la eólica marina afectaría con total seguridad a la pesca, sector especialmente perjudicado por las regulaciones de Bruselas.
Asimismo, otro de los problemas clave es el exceso de capacidad renovable que el sistema eléctrico español no es capaz de absorber. En 2023, tan sólo se utilizó el 59,6% de la capacidad de producción eólica, dejando en evidencia que la generación real es muy inferior a la capacidad teórica. Es decir, la potencia instalada crece mucho más rápido que el ritmo de absorción del sistema.
La energía eólica vs la central nuclear de Almaraz
El cierre de las centrales nucleares de Almaraz I y II, instalación que más energía genera de España, está previsto para 2027 y 2028 respectivamente. Mientras tanto, en Estados Unidos han decidido ampliar la vida útil de su central gemela a 2060.
La producción bruta generada entre las dos unidades de la central de Almaraz ha sido de 16.927 GWh en 2023, mientras la generación de los 22.000 molinos eólicos ascendió a aproximadamente 62.570 GWh. En ese sentido, sólo la central nuclear de Almaraz equivale a casi 6.000 molinos eólicos, una superficie seis veces más grande que la ciudad de Madrid.
De esta manera, las centrales nucleares que ya existen en España, completamente amortizadas e integradas en su entorno, y cuyos riesgos están totalmente controlados, podrían suplir con facilidad el incremento previsto en la generación eólica. La solución es clara, y para ello sólo hace falta voluntad política: más nos valdría prorrogar las nucleares que seguir plantando molinos.