Hace veinte años, al inicio del siglo XXI, los niveles promedio de inversión en capital fijo por persona en edad laboral eran similares en España y en Europa. Sin embargo, en las dos últimas décadas, esta tendencia ha cambiado drásticamente. Mientras que en España esta inversión ha disminuido un 5,3% desde 2001, en la Unión Europea (UE) ha aumentado un 35,6%.
España se encuentra un 48% por debajo de la media de la UE en inversión per cápita, con una diferencia de más de 1.000 euros (2.217 euros en España frente a 3.282 euros en la UE).
Para encontrar niveles más bajos de inversión en capital fijo es necesario retroceder a la década de 1990. Un estudio del servicio de estudios de BBVA, recogido por Libremercado, señala que este declive es un factor clave para entender el rezago económico español. En términos de renta per cápita, España ha pasado de ser un 5% más rica que la media de la UE en 2006 a ser un 13% más pobre en la actualidad.
El estudio identifica factores explicativos, como el aumento del gasto público, la presión fiscal y el deterioro de la calidad institucional del sector público en comparación con la UE. Otros aspectos como la inflación o la crisis energética no parecen explicar el deterioro constante de la inversión en los últimos quince años.
En resumen, la inversión en España se ha vuelto difícil debido al crecimiento del gasto y los impuestos, así como a la inestabilidad política y la inseguridad jurídica, lo que resulta en una menor inversión, menor productividad, menor crecimiento, menos empleo y salarios más bajos.
