El pasado 9 de abril todos los grupos parlamentarios menos VOX votaron a favor de la toma en consideración de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para la regularización extraordinaria de más de 500.000 inmigrantes ilegales en España.
«Pueden estar tranquilos, que el PP es sensible con ellos y buscará soluciones para una inclusión social correcta y legal«, aseguró el presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, en alusión a los inmigrantes ilegales unas horas antes de votar a favor de la ILP de regularización masiva.
Cuando se aprobó esta iniciativa ya se habían convocado las elecciones catalanas que se celebran el próximo domingo. Unos comicios en los que la defensa de las fronteras, de una inmigración legal y controlada y del fomento de la seguridad en la región tienen un papel principal.
Barcelona, Badalona o Hospitalet de Llobregat copan el podio de ciudades con mayor percepción de inseguridad en España, la región aglutina una de cada tres agresiones sexuales con penetración cometidas en el país, y en sus cárceles ya duermen más extranjeros que nacionales. En términos de okupación, los datos son similares: Cataluña lidera la lista de comunidades autónomas en las que existe este delito y, durante 2023, se cometieron 6.659 okupaciones, de las que 3.912 fueron protagonizadas por extranjeros.
La inseguridad consecuencia de la inmigración ilegal es una de las principales preocupaciones de los catalanes, pero el PP, guiado por las primeras encuestas de intención de voto que aseguraban el sorpasso de esta formación a VOX tras la desaparición de Ciudadanos, decidió continuar con su discurso habitual. No se habla de inmigración, no se habla de inseguridad; todo en pro del consenso y la corrección política que en las generales otorgó la Presidencia, de nuevo, al PSOE. Nada de inmigración, hasta esta semana.
En un mitin del PP en Cornellá celebrado este martes, Feijoo pidió el voto contra la inmigración ilegal. «Yo le pido el voto a aquellos que están a favor de la inmigración legal, pero los que no admiten que la inmigración ilegal se deje en nuestras casas ocupando nuestros domicilios y nosotros no poder entrar en nuestras propiedades», defendió el presidente del PP.
Sus palabras fueron respaldadas el miércoles por la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, quien reiteró que en Cataluña hay un «problema gravísimo» de okupación de vivienda que «en muchos casos se produce por parte de personas que están en situación irregular» por lo que es necesario legislar. «Los catalanes no quieren una Cataluña donde el okupa campe a sus anchas», remarcó Gamarra a la vez que insistió en que su partido «no va a mirar hacia otro lado de lo que son los problemas que afectan» a esta comunidad.
El giro del PP respecto a la inmigración parece responder a las encuestas de intención de voto que se han conocido en la última semana que auguran que VOX seguirá siendo la fuerza nacional más votada en la región como ya sucedió en los anteriores comicios.
Sin embargo, estas declaraciones sólo parecen un acto final desesperado ante la cercanía del 12 de mayo. La semana pasada, el PP compartió en sus redes sociales una imagen acompañada de un mensaje animando a los inmigrantes catalanes a votarles, aunque la borró poco después ante las críticas recibidas.
También a principios de mes se pudo ver a varios integrantes del PP catalán celebrando el Ramadán con la comunidad paquistaní de Badalona y en verano el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona lanzó un mensaje en árabe en sus redes sociales con motivo del sexto aniversario de los atentados islamistas en las Ramblas y en Cambrils.
