Las familias recurren cada vez más a créditos a consumo para adquirir bienes como automóviles y electrodomésticos, en un contexto de constante aumento de precios. Este año, este tipo de préstamos han crecido a un ritmo mensual promedio del 6%, alcanzando niveles no vistos desde principios de 2009, antes de que la crisis financiera internacional afectara a España.
En mayo, el saldo de financiación al consumo aumentó un 7,2% interanual, marcando el mayor incremento desde 2020, según los últimos datos del Banco de España que ha analizado Vozpópuli. Este saldo ha alcanzado los 101.319 millones de euros, consolidando el hito logrado en abril cuando superó los 100.000 millones por primera vez desde marzo de 2009.
Los créditos al consumo, generalmente limitados a 75.000 euros, son los préstamos más caros ofrecidos por los bancos debido al mayor riesgo de impago y los menores requisitos para su obtención. El tipo de interés medio ronda el 8%, aunque en algunos momentos ha sido hasta un 25% más caro que la media europea. A pesar de su alto costo, estos créditos no suelen involucrar grandes sumas de dinero, con importes mínimos de 200 euros y máximos de 75.000 euros.
Estas tendencias se mantendrán debido a la persistente inflación y los altos tipos de interés en Europa. El Banco Central Europeo (BCE) sigue manteniendo el precio del dinero en niveles restrictivos para controlar la inflación, que todavía se sitúa por encima del objetivo del 2%. Aunque recientemente se aplicó la primera rebaja en ocho años, el BCE ha dejado claro que las decisiones futuras dependerán de los datos de cada reunión de política monetaria.
