La calidad de vida en España descendió ligeramente en 2022 según el informe que hizo público el Instituto Nacional de Estadística el último día de octubre. Los indicadores en los que los españoles han experimentado una bajada son gobernanza y derechos básicos, Experiencia general de la vida, Ocio y relaciones sociales, Seguridad física y personal y Entorno y medioambiente, que empeoraron su puntuación respecto a 2021.
Es lo que refleja el Indicador Multidimensional de Calidad de Vida (IMCV), un indicador experimental que se utiliza desde 2008 y sintetiza la información de los indicadores de calidad del INE, que ofrecen una visión panorámica de la calidad de vida. Las dimensiones de trabajo, salud, educación y condiciones materiales de vida, sin embargo, mejoraron su puntuación respecto al año anterior.
En esta edición del IMCV se han actualizado todas las dimensiones, dado que la Encuesta de Condiciones de Vida de 2022 ha incluido módulos adicionales de Salud y de Calidad de Vida que lo han hecho posible. Por regiones, Navarra, La Rioja y Aragón presentaron los niveles más elevados de calidad de vida en el año 2022, al igual que en la pasada edición. En el lado contrario, los registros más bajos se dieron en Canarias, Andalucía y Galicia.
Si se analizan por separado las nueve variables contempladas este año para elaborar el índice, encontramos que Navarra destacó en las dimensiones Ocio y relaciones sociales, Entorno y medioambiente y Experiencia general de la vida. La comunidad autónoma vasca lo hizo en Condiciones materiales de vida y Educación. Por su parte, Aragón destacó en Trabajo, Comunidad de Madrid en Salud, Cantabria en Seguridad física y personal, y la Comunidad Valenciana en Gobernanza y derechos básicos.
Pese a descender el nivel de bienestar, España aumenta en longevidad según otro informe. Lo recoge el estudio ‘Un perfil de las personas mayores en España 2023’, presentado también esta semana por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Los octogenarios y centenarios aumentaron en nuestro país, especialmente las mujeres.
El documento, enmarcado en la serie iniciada en 2013 por el Laboratorio Envejecimiento en Red, recopila datos de organismos nacionales e internacionales para ofrecer una visión conjunta de las condiciones de vida de los mayores de 65 años, es decir, casi 10 millones de personas que representan el 20% de la población española.
Así, señala que en España, el cuarto país de la UE con mayor número de ancianos en cifras absolutas y por debajo de la media en relativas, se ha producido un aumento de las personas mayores y de la edad media de la población, situada en 44,08 años, según los datos estadísticos del Padrón Continuo (INE) a 1 de enero de 2022.
Los octogenarios representan al 6% de toda la población, mientras los centenarios empiezan a hacerse notar con más de 19.600 empadronados (1.619 más que en el año anterior), siendo las mujeres mayoría en ambos casos.
Por otro lado, del informe se desprende la importancia de la calidad de vida en un contexto de aumento de su esperanza. Si se mide el porcentaje de tiempo que se vive en buena salud a partir de los 65 años, el contraste entre hombres y mujeres se hace patente: para los varones el 55,7% del tiempo restante por vivir (10,7 años) lo es en buenas condiciones, mientras que se reduce al 43,8% (10,3 años) en el caso de las mujeres.