Los analistas de JP Morgan consideran que la recuperación económica será «gradual, con algunas paradas en el camino», ya que aunque los tipos de interés en mínimos pueden ser útiles, el desempleo y el desapalancamiento corporativo podrían ser un lastre para el crecimiento.
En sus perspectivas para la segunda mitad del año, JP Morgan destaca que aunque la respuesta política a la crisis provocada por el coronavirus «ha sido encomiable», las expectativas del mercado en torno a la recuperación que se estimaban a principios de junio «pecaron de optimistas», ya que la vuelta a la plena normalidad tardará un poco más.
La mayor de las preocupaciones de la entidad es que el virus en sí puede persistir y que aún habrá cierta necesidad de mantener el distanciamiento social.
La elevada tasa de desempleo y un aumento drástico de la deuda pública y privada pueden moderar el gasto en la recuperación, ha advertido.
En este contexto de incertidumbre económica y de beneficios de las empresas, JP Morgan se muestra prudente a la hora de defender una posición sobreponderada en renta variable.
«El alcance de la incertidumbre a corto plazo, así como el posible aumento del riesgo político conforme se acerquen las elecciones estadounidenses, podrían generar más volatilidad en el mercado», ha añadido.
Los créditos a empresas suben un 4,8 % en mayo a su mayor nivel en cinco años
Por el contrario, los créditos a las familias residentes en España se redujeron un 1 % respecto al año anterior y marcaron el mínimo desde abril de 2006, según los datos facilitados este miércoles por el Banco de España.
Los datos apenas sufren variación desde abril, el otro mes completo en el que estuvo vigente el estado de alarma y las limitaciones a la actividad por la pandemia de coronavirus.
En mayo, las empresas tenían créditos por un importe de 942.468 millones de euros, un 2 % más que en el mes anterior, en tanto que los de las familias alcanzaron 697.315 millones.
De estos 697.315 millones de euros, la mayor parte -513.786 millones- corresponden a prestamos para la compra de vivienda, un 1,8 % menos que un año antes; 183.529 son de créditos al consumo, que crecieron un 1,2 % respecto al año anterior.
Por lo que respecta a las empresas, tras encadenar en diciembre, enero y febrero tres meses de descensos, los créditos comenzaron a repuntar en marzo, cuando se decretó el estado de alarma y se paralizó la actividad económica.
La tendencia se ha consolidado y ampliado en abril y mayo, impulsada por las líneas de financiación ofrecidas por el Gobierno, por ejemplo a través del ICO.
El sector de gran consumo modera su crecimiento y vuelve a ritmo de pre-covid
El sector del gran consumo ha vuelto a tasas de crecimiento más moderadas como las que registraba entre enero y febrero, antes de la crisis provocada por la covid-19, y sus ventas aumentaron un 4,1 % en la semana antes de finalizar el estado de alarma.
Así lo ha informado este miércoles la consultora Nielsen, que ha monitorizado semana por semana el comportamiento de los supermercados desde que comenzó la pandemia de coronavirus en comparación con la misma fecha del año anterior.
Según Nielsen, se registraron picos semanales en las ventas de entre el 12 y el 25 % durante el confinamiento social, y se observó como el ritmo se fue desacelerando de forma perceptible desde que comenzó junio, coincidiendo con el levantamiento de las restricciones.
Concretamente, en la primera semana de ese mes el mercado creció un 9,6 %, en la segunda el incremento fue del 8,4 % y en la tercera -del 15 al 21 de junio- mejoró un 4,1 %.
El sector de gran consumo vive «una ralentización paulatina en el ritmo de crecimiento que empezó en el mes de mayo, cuando aún se crecía a doble dígito, para en junio crecer ya por debajo de la barrera del 10 %, marcando así un punto de inflexión en el comportamiento de la cesta de la compra que ha ido paralelo a las fases de la desescalada», explican los autores del estudio.
Los expertos de la consultora destacan que las ventas del supermercado a través de internet «no aflojan» y siguen subiendo a doble dígito, con incrementos semanales de entre el 70 y el 90 % respecto a los datos de hace un año.
De hecho, en el primer semestre de 2020 el gran consumo «online» acumuló un repunte del 72 %, de acuerdo con Nielsen, cuyos responsables apuntan a que «muchos de los compradores ganados por este canal durante la crisis sanitaria han llegado para quedarse» y ya son más de un millón de hogares los que recurren a esta vía para llenar su despensa en algún momento.
El informe revela que en la cesta de la «nueva normalidad» tras la pandemia ganan peso las referencias sanitarias, con una subida de las ventas de la categoría de parafarmacia del 192 % sólo en la tercera semana de junio, con las mascarillas como producto estrella.