El discurso del Rey

No, no es el ¡Hola!, es su cabecera de confianza, y si todas parecen un ABC con nuevo formato, con esa foto de Su Católica Majestad en una carroza junto a Su Graciosa Majestad es porque nuestro monarca está de visita oficial en la pérfida Albión.

Solo El País se reprime de hacer de ello la primera noticia, aunque le dé la foto, que es muy vistosa.
‘Junqueras quiere implicar a todo el Govern en la consulta’, es el titular que abre y que viene a ser corolario del de ayer y solución al dilema: como nadie quiere ser el Gary Cooper que se enfrente solo ante el peligro y ponga la cara para que se la partan, la idea es que vayan todos de la manita a la revolución nacional.
Pero estábamos con el Rey que, vista la primera noticia combinada con la foto, parece sonreír ante la idea de ser rey de una España algo más pequeña, poniendo al mal tiempo buena cara y recordando que la principal misión de la monarquía moderna es ser la corbata de Hermès del Estado.
Y si lo de Cataluña no sale, no hay problema, porque siempre está ‘Uropa’ para disolver la soberanía del resto. Y eso le parece de perlas a Su Majestad, como recoge el segundo titular de El País: ‘El Rey destaca en Londres las ventajas de la unidad europea’.
El resto de cabeceras, que abren todas ellas con el monarca, no parecen tener idéntica obsesión por ponernos a los pies de Bruselas y coinciden en otro aspecto del discurso regio: Gibraltar. Porque si don Felipe no se altera con la amenaza de secesión catalana y acepta con entusiasmo la dilución en la UE de nuestra soberanía, no va preocuparse por una roca más o menos que los británicos tengan en nuestro territorio.

En ABC y en La Razón se copian, que la variación de un titular a otro es tan nimia que hay que leerlos dos veces:
ABC: ‘El Rey pide al Reino Unido diálogo para Gibraltar’

La Razón: ‘El Rey apela al diálogo para Gibraltar’
El diálogo ya no es ese intercambio de mensajes en el que intervienen dos hablantes, sino una de esas ‘palabras-conjuro’ que siempre proporcionan al lector un cálido sentimiento de aprobación. Dialogar es bueno, ¿no? Hablando se entiende la gente, y todo eso. Dialogar con Gran Bretaña sobre Gibraltar, con ETA para que deje de matar, con Junqueras para que deje de hacer el indio…
Y así, de diálogo en diálogo, quienes tienen clarísima su postura se llevan siempre el gato al agua frente a quienes simplemente quieren ‘dialogar’. Cualquiera diría que Londres se hizo con ese trozo de España dialogando, y no como el resultado de una guerra.

En El Mundo tratan de vestirlo un poco, pero no sé yo: ‘El Rey pide ‘determinación’ para solucionar el ‘caso de Gibraltar’.
Una vez más, ‘determinación’ es otra palabra fetiche, esta con un sentido paradójico, porque suele emplearla quien no acostumbra a mostrarla. Rajoy habla de determinación en el caso catalán, pero asegurando que no va a hacer nada que refleje la más mínima determinación.
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