«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

España en almoneda

ABC ilustra con uno de sus dibujitos simbólicos, una llave que se acerca a la cerradura y cuya sombra proyecta las siglas PNV.


ABC y El Mundo coinciden en el titular, uno que no solo es revelador de lo que vivimos en este momento, sino que puede extenderse hacia atrás en el tiempo, ampliando el sujeto, para explicar cómo hemos llegado hasta aquí: ‘España, en manos del PNV’.
La gobernabilidad ha necesitado los votos o la aquiescencia de los grupos que barren para casa demasiadas veces, y solo han tenido que pedir por esa boca para que se les dé o para que se mire para otra parte, silbando.
No hay un factor, sino una tormenta perfecta de factores, desde una ley electoral que les da un peso desmedido en el voto hasta el cortoplacismo miope inherente a los mandatos de cuatro años, pasando por un ‘cursus honorum’ en el interior de los partidos que no hace subir exactamente a los más honrados y altruistas, más bien al contrario.
ABC ilustra con uno de sus dibujitos simbólicos, una llave que se acerca a la cerradura y cuya sombra proyecta las siglas PNV.
En El Mundo, el mismo titular aparece bajo la foto de esa pareja nefasta, Mariano y Soraya, sentaditos en unos escaños azules a los que parecen atornillados.
Abajo, corrupción del PSOE; encabezando la columna de la derecha, corrupción del PP.
Los otros dos van por la misma idea, si no idénticamente formulada. En El País, ‘Sánchez y Rajoy dejan su suerte en manos del PNV’, que, añado yo, debe sentirse como la más bella del baile.
A la derecha, encabezando la columna, una noticia interesante dadas las circunstancias: ‘El estatuto vasco pretende distinguir a nacionales y ciudadanos’, y subtitula: ‘PNV y Bildu proponen que en Euskadi no pueda aplicarse el 155’. Bingo.
Aznar se da la vuelta en su escaño en la foto de La Razón, que tiene las santas narices de atribuir el peloteo al PNV solo a los ‘malos’: ‘Sánchez da al PNV los Presupuestos y retrasar las elecciones para echar a Rajoy’.
Y desde aquí, fuera de ese augusto senado, los plebeyos asistimos impotentes al baratillo de España por unos líderes indecentes que, para mayor vergüenza, hemos aupado hasta ahí.

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