Si quiere un día soleado, si quiere cierta tranquilidad y una actualidad razonable serena, hágame caso: lea solo El País…
Si para saber cómo va todo se limita a echarle un vistazo a la primera de El País, vivirá con menos sobresaltos. Se enterará de que ‘PP y Ciudadanos cierran la salida al Gobierno para aprobar sus Presupuestos’. Pero no hay aquí demasiada sorpresa, porque la artimaña amagada era de bulto y difícilmente podía salirse con la suya en esto. Sobre todo, un lector de El País no puede pensar sino lo peor de esa derecha vergonzante y obstruccionista.
Sonreirá luego leyendo que ‘Draghi lanza un mensaje optimista por la mejora de sueldos en Europa’. El subtítulo me aclara que «El presidente del BCE aprecia «escasez» de mano de obra en algunos sectores y países». Es economía elemental: si hay menos trabajadores, las empresas tendrán que pagarles mejor para hacerse con ellos.
Uno se preguntaría cómo es posible que la escasez de mano de obra sea unos días motivo de alarma apocalíptica y otros causa de mensajes optimistas, pero si uno se pregunta demasiado deja de leer El País.
Pero, ay, si uno comete el error de dejar que sus ojos vagabundeen por otras primeras en el quiosco, encontrará que la actualidad, para el resto de mortales que no tiene la dicha de ser un adepto de Prisa, es bastante más alarmante y chillona. Puede, incluso, llegar a preguntarse cómo El País tiene las santas narices de ignorar algo así en su primera y seguir llamándose ‘diario de referencia’.
Nos referimos a las grabaciones que dejan, pongámoslo suave, en mal lugar a la ministra Delgado. El Gabinete de las Estrellas corre camino de convertirse en el Gabinete de los Estrellados. El ABC saca un montaje de tres perfiles superpuestos: la ministra Dolores Delgado, el ex juez Baltasar Garzón y el siniestro Comisario Villarejo, perejil de todas las salsas amargas. ‘Grabada por Villarejo, cazada por sus mentiras’.
Así lo da El Mundo: ‘La ministra de Justicia, en la picota tras su aparición en las grabaciones de Villarejo’. Me encanta esa palabra, ‘picota’. Describe un antiguo castigo que me parece dignísimo y que si de mí dependiera se incuiría mañana mismo en el Código Penal.
La segunda noticia de El Mundo equivale a la primera de El País, pero expresada de forma tan diferente como si trataran de realidades distintas: ‘El Congreso frena el fraude de Sánchez para el Presupuesto’.
Y en La Razón atacan por donde quizá más duela: ‘El PSOE estalla: «Que cese a la ministra y vaya a elecciones».