«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Todos son hoy el alcalde de Móstoles

Son días de proclamas y apenas hay cabecera que no quiera emular hoy el bando del alcalde de Móstoles. Es como si una prensa que se ha pasado décadas como avergonzada del nombre hubiera descubierto que, bueno, es España, y decirlo no quema ni mancha; medios que durante años han reforzado la consigna de que la enseña nacional es cosa ultra descubren de golpe que el rojo y el gualda combinan bien.
No hay un solo titular en la primera de nuestro ‘diario global’ -que hoy lo es algo menos- que no haga referencia a la crisis catalana, y ha sacado allí donde hasta los viandantes casuales puedan verlo al menos dos mainifiestos: su editorial -‘Firmeza democrática’- y una tribuna-testimonio de Isabel Coixet, ‘En tierra de nadie’.

La primera noticia es que ‘El Rey llama a restaurar el orden constitucional en Cataluña’, y de segunda (y última) noticia, una que ha debido provocarles lágrimas: ‘El PSOE rompe la unidad con su reprobación a Santamaría’. Pero todos sabíamos que el PSOE se iba a desmarcar; la única sorpresa relativa es la prisa que se han dado.
Inciso: esa es una de las causas del asombro en que vivo estos días. Estoy más que hecho a esperar cualquier vileza de los partidos políticos para arañar unos votos, pero a fe mía que no entiendo qué réditos electorales prevén ganar con una postura tan impopular.
El caso de Podemos es ya esperpéntico. Querer gobernar un país cuyo nombre escupen más que pronuncian y poniéndose sistemáticamente a favor de quienes quieren trocearlo se me antoja la forma más segura de reforzar de acero su techo electoral.

ABC, como si se pudiese esperar otra cosa, abre con el Rey en pleno discurso, en un gesto que parece que Su Majestad se fuera a arrancar por bulerías. «Es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional». Y sigue con otras frases entresacadas de la alocución regia.
Felipe VII (o, como diría el podemita Miguel Urbán, Felipe IV) también abre El Mundo, cuyo texto principal en primera es su editorial, a modo de bando: ‘Escuchen al Rey: restauren la ley en Cataluña’.
Titular: ‘El Rey emplaza a los ‘poderes del Estado’ a acabar con la ‘deslealtad inadmisible’ de la Generalitat’. No está mal. Debajo, ‘Huelga institucional en Cataluña y asedio callejero al Estado’.

Rey en primera de La Razón, foto y titular: ‘El Rey pide actuar por la «desealtad inadmisible» de la Generalitat’, y también saca a primera su editorial: ‘Un discurso valiente y necesario’.

Desde mi atalaya de husmeador de portadas, lo más destacado con diferencia es la enorme distancia que separa estos días a la prensa nacional de la extranjera, cuando por lo normal son de un seguidismo servil y dócil y lo habitual, que coincidan en su visión de casi todo.
Por mi parte, mi titular hubiera sido, simplemente, ‘Ni una mención al diálogo’, junto a cuatro o cinco sevillanas de Whatsapp. (¡Gracias, Jon!)

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