«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Trump incendia la pacífica Comarca de los Hobbits

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump

Trump incendia Jerusalén … es la lectura que los mass media hacen de la histórica decisión de un presidente, Donald Trump, al que el establishment -ayudado por sus diarios de cabecera- lleva tiempo intentando liquidar.

¿Veis? Os lo dije.
Ese parece ser el subtexto en nuestras primeras anunciando disturbios en Cisjordania tras el anuncio de Trump de reconocer la capitalidad judía de Jerusalén.
Una pena, dos comunidades que vivían en armonía, ahora enfrentadas por la decisión de ese loco. ¿Ah, que no?
La foto que abre El País -palestinos enmascarados tirando piedras y el humo negro saliendo de sabe Dios qué objeto quemado- es, seamos sinceros, cualquier cosa menos novedosa. Estamos hartos de verla, en realidad, y podría perfectamente haberse tomado de archivo sin que fuera posible distinguirla, salvo por el modelo de zapatillas.
Creer que el paso dado por Trump -votado por abrumadora mayoría hace 22 años- cambia esencialmente el conflicto es de una hipocresía aterradora. ‘Trump resucita la revuelta palestina por Jerusalén’, reza el titular de apertura. Claro, es culpa de Trump.
En ABC, dos pares de piernas presuntamente palestinas pisan un sonriente retrato de Donald Trump. Digo ‘presuntamente’, porque podrían ser perfectamente dos periodistas occidentales, que no les tienen más cariño. ‘Oriente Medio señala a su nuevo Satán’.
¿Nuevo? ¿Oriente Medio? El presidente de Estados Unidos, cualquier presidente de Estados Unidos, es siempre, de forma permanente, el Gran Satán en esas latitudes desde tiempo inmemorial, casi como si en la toma de posesión se le nombrase con ambos cargos.
Y en cuanto a Trump, es también el Gran Satán para los grandes medios occidentales desde antes de llegar a la Casa Blanca. Sin novedad aquí.
El Mundo…
El diario El Mundo aborda el asunto con una  foto de palestino tirando una piedra (¡insólita instantánea!) junto al titular: ‘Israel, en alerta ante la llamada de Hamas a la tercera intifada’. Caramba, ya han tenido dos sin que Trump fuera presidente.
En La Razón, ‘El gesto de Trump prende la violencia en Palestina’. No que Israel tenga ocupados pero sin integrar los territorios; no que se haya anexionado Jerusalén Este o que la haya convertido en su capital «eterna e indivisible», no, sino que Estados Unidos lo reconozca. Pues vale.
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