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HISPANISTA PERUANO

Rafael Aita: «Que Carlos V fuera el XV rey de los incas desbarata la Leyenda Negra»

Rafael Aita. Facebook
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Rafael Aita, 40 años, conocido por el apodo de Capitán Perú, bate plusmarcas de conferencias, 22 en casi un mes de estancia en España. Objetivo: presentar su último libro Los incas hispanos y contribuir al fin de la Leyenda Negra. Aita es ingeniero industrial por la Universidad de Lima, docente en la misma e investigador del Instituto de Investigación Científica, además de autor de dos novelas históricas, El secreto del último inca (2018) y El estratega del imperio (2020)

«Que Felipe VI use el título de inca podría acabar con la Leyenda Negra», así lo expresaba usted en la Fundación Madariaga de Sevilla, ¿por qué?

La Leyenda Negra habla de un proceso de destrucción de las culturas naturales de América y específicamente de la incaica. Luego se impuso el sistema político hispano, occidental, europeo. Según ella los incas desaparecieron, fueron asesinados o en el mejor de los casos subyugados o esclavizados. Entonces perdieron todo el poder que tenían en los Andes. Este mito no tiene respaldo en la evidencia histórica. Primero existieron descendientes incas, los cuales fueron reconocidos como nobles por la Corona española, que mantuvieron su poder y que gobernaron en Cuzco, con todos sus privilegios, tierras, patrimonio, siervos… Además, estos incas hicieron lo que se llama un translatio imperii, el cambio de cetro, de una mano a otra, de un imperio a otro. Esto es lo que sucedió entre Roma y Bizancio o también con el imperio carolingio y posteriormente el sacro imperio romano germánico. Cada uno se consideraba sucesor del otro. Pues lo mismo sucedió entre el imperio hispano y el incanato, donde se reconoce que el cetro del inca pasa a las manos del rey de España. Esto aparece en la iconografía donde queda reflejada después de Atahualpa la imagen de Carlos V, Felipe II y los demás reyes de España como una continuación de lo anterior. Se demuestra que el sistema político buscó continuar lo que tenían los incas, que se respetaron instituciones, abolengos, nobles y casas incaicas durante el virreinato. Si Carlos V hubiera tenido la intención de destruir e imponer un nuevo sistema tal y como dice la Leyenda Negra entonces hubiera tomado el título de primer emperador del Perú. Pero lo hace como XV emperador del Perú, reconociendo a los catorce incas anteriores a él como legítimos gobernantes. Y a cambio, estos descendientes incas que mantenían su nobleza durante el virreinato, llamaban inca al rey de España. Esta es la piedra angular y la base que mantuvo todo el sistema. Si esto se da a conocer, la Leyenda Negra que mantiene que hubo una destrucción, una imposición, que los incas perdieron todo su poder, quedaría sin ninguna base y se desbarataría sola.

¿Cómo tiene el monarca español de hoy vinculación con el Perú incaico?

El Rey de España, Felipe VI, mantiene el título de inca. Seguramente dentro del título de rey de las indias occidentales, que es uno de los que se le reconoce. Es obvio que desde la independencia del Perú, esto queda como un título meramente nominal, simbólico, parecido al de rey de Jerusalén, que también lo posee. Aunque ni los usa ni los ejerce, sin embargo  sí podría ayudar en el aspecto cultural. Podría colaborar a restituir el consejo de los 24 electores descendientes de las panacas [clanes] incaicas, que tendrían como misión velar por la cultura, la preservación del idioma quechua y los monumentos incas, patrimonio del Perú y de la Humanidad.

¿Nota usted que las corrientes indigenistas avanzan frente al hispanismo?

Sí. Especialmente desde la década de los 70. Esto está generando una brecha de división cuando lo importante es la unión, trazar puentes. A pesar del avance del indigenismo, también es cierto que en los Andes se mantiene una semilla de hispanidad que se muestra en su devoción, procesiones, fiestas patronales, en la fe que se mantiene y que es innegable. Esto nos permite encontrar los elementos en común sobre los que construir.

¿Esas corrientes indigenistas se dan más en la universidad que en otros ámbitos?

Desde algunas universidades sí. Se promueve en ciertos partidos que buscan ganar afinidad en base a esa ideología. Pero el pueblo mantiene una cristiandad muy arraigada. El tema ha cobrado una relevancia principalmente política.

Soy de la opinión que al igual que un buen musulmán debe al menos ir a la Meca una vez en su vida, un patriota español que se precie de serlo debe hacerlo a Iberoamérica.

Por supuesto. Y viceversa también ¿no? Nos ayudaría a entendernos más. No se puede comprender la historia del Perú sin España. Y a la inversa. Precisamente eso es lo que sucedió con el famoso escritor José María Arguedas, pionero de la literatura indigenista. Escribió grandes novelas, de lo mejor de la literatura peruana. Aunque buscaba revalorizar al natural, al indígena andino, viaja a España para su tesis doctoral y llega a Zamora. Entonces exclama qué española es la sierra peruana, porque se da cuenta de estos lazos innegables. En su libro Las comunidades de España y del Perú, afirma que no se puede entender el Perú andino sin España y viceversa. Esto hizo que hasta los indigenistas se volvieran hispanistas.

¿Quién cree que está detrás de esos movimientos que tratan de poner en duda la labor social y cultural del Descubrimiento de América?

Bueno, es un poco aventurado decirlo, creo yo. Entiendo que no se puede reducir a una sola corriente. En el Perú tiene su origen en José Carlos Mariátegui, fundador del Partido Comunista de Perú. En sus ensayos trasladaba la dialéctica de lucha de clases a una relación entre opresor y oprimido, entre españoles e incas. Aquí entra el materialismo histórico, que alimenta el enfrentamiento entre lo hispano y lo andino. Pero a día de hoy vemos otras corrientes, como la posverdad [Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales], en donde la evidencia histórica queda relegada por sentimentalismos. Hay una incidencia del posmodernismo, del relativismo, del deconstruccionismo incluso. Es difícil encontrar un culpable. Es la suma de muchos elementos que han configurado la filosofía del análisis histórico desde el siglo XX-XXI.

¿Es usted partidario de que se use mejor el término ‘encuentro’ cuando se refiere a la conquista?

Sí, por supuesto. Esto ayudaría a conciliar mejor. Sin embargo creo que no se debe reducir a un solo término. En muchos casos sí fue un encuentro. En otros hubo enfrentamientos. Incluso dentro de los mismos incas o españoles se produjeron guerras civiles. Existieron pactos, matrimonios, alianzas… Se produjo una compleja red de situaciones que cuando buscamos simplificar se pierden los elementos que la configuraron. Por eso es que siempre alguien va a saltar diciendo que si yo utilizo el término encuentro estás ignorando que existió este otro ángulo, este prisma que también es cierto. Entonces, a veces, es necesario enfocarlo desde varios puntos de vista o aristas para entender toda la complejidad de lo que fue este proceso histórico.

¿Iberomérica, Hispanoamérica o Latinoamérica?

La última definitivamente no. Latinoamérica es un término que tenemos que ir despejando. En mi caso yo siempre utilizo la palabra Hispanoamérica. Si incorporamos a Brasil, obviamente Iberoamérica queda mejor porque engloba la lusofonía.

Los incas hispánicos eran católicos, hablaban quechua, español y latín, ¿no es así?

Sí. Y aliados del rey de España.

¿Se puede hablar de conquista cuando hubo mestizaje de razas? ¿En una colonia se casan los conquistadores con la población local?

Debemos despejar también la palabra colonialismo para el proceso que ocurrió en el siglo XVI. Es anacrónico hablar de colonialismo antes del siglo XIX. Hay que dejar de extrapolar lo que sucede en el XIX con lo que sucedió en Hispanoamérica. No podemos hablar de colonias especialmente cuando existe esta continuidad política de instituciones, de noblezas locales, autóctonas, de mestizajes. Y donde el sistema que primó es el de la monarquía compuesta, lo que se define como la suma de reinos y señoríos.

Háblenos del Inca Garcilaso o de Dionisio Inca Yupanqui, peruano diputado de las Cortes de Cádiz

No solamente fue diputado por la Cortes de Cádiz sino que también fue un militar español siendo descendiente inca. Su padre fue designado a la Península por méritos militares, llega a España siendo niño y ya de adulto entra en la Marina, tiene acciones a favor de España en el norte de África, en Gibraltar, en La Habana. Y cuando la invasión napoleónica es designado como coronel de Dragones en una división de caballería. Garcilaso fue también militar en España, además de padre de la literatura hispanoamericana. Tenemos estos dos y muchos más descendientes incas con un papel protagonista dentro de la historia de España.

¿Lucharon los incas al lado de los españoles tanto en Perú como en la Península?

Por supuesto. Por eso yo siempre recalco que la historia de los incas no se puede estudiar solamente como la historia del Perú, es parte de la historia de España. Cuando se ve como algo externo es cuando entran todos estos mitos históricos de que los incas fueron enemigos de los españoles.

¿Cuántas universidades se fundaron en Perú antes que en los Estados Unidos?

En Perú se fundó en 1551 la universidad más antigua de América, con el perdón de República Dominicana [risas]. Todos los peruanos defendemos a la Universidad de San Marcos como la primera, la decana. Además tenemos universidades no sólo en Lima. También en el Cuzco con la de San Antonio Abad y San Ignacio de Loyola. La enseñanza estaba dirigida a indígenas y mestizos, que eran la mayoría de la población. Y esto fue muy anterior a las de Estados Unidos.

¿Qué opina sobre el Foro de Sao Paulo?

Ha colocado presidentes en gran cantidad de países de Hispanoamérica. Ha terminado logrando dividir más a la población, enfrentarla. Ha sembrado mucho odio entre gente que comparte vínculos, historia y cultura. Y todo en base a una dialéctica de lucha de clases, cuando divididos somos más débiles. Si caemos en el separatismo nos va ir peor, nos balcanizamos y desaparecemos del mapa político. Tenemos que ir en la dirección contraria, unirnos, estrechar lazos y formar bloques que nos hagan más fuertes.

Rafael Aita no quiere despedirse de La Gaceta sin hacer mención a su libro Los incas hispanos que se puede comprar por Amazon. También quiere agradecer a la Asociación Cultural Héroes de Cavite , que ha hecho posible este maratoniano ciclo de conferencias por toda España.  

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