Cristina Seguí, presidenta de la asociación Gobiérna-te y autora de «La mafia feminista» (Homo Legens), una obra en la que desmonta las consignas del feminismo y del Ministerio de Igualdad, ha conseguido llevar a la ya exvicepresidenta de la Comunidad Valenciana, Mónica Oltra, ante los tribunales por encubrir los abusos sexuales de su exmarido a una menor tutelada y ahora confía en su condena.
—¿Por que se decidió a iniciar esta pelea?
—Me decidí porque como profesional tenía la facilidad de poder acceder no solo a la sentencia del criminal y abusador de menores Ramírez Icardi, marido en aquel momento de Mónica Oltra, sino que tenía la posibilidad de investigar. Y en la sentencia ya dejaba muy claro la existencia de un informe parajudicial, y por tanto, ilegal, salido de la Administración de la mujer de la esposa del abusador, que además había sido entregado a la defensa del abusador para salvarle de la cárcel y me pareció extraño que la Fiscalía no actuara. Creí que tampoco había que esperar a los partidos políticos que normalmente pecan de una inacción absoluta hasta que no ven el tema encaminado, y (…) decidí investigar y utilizar mi asociación para hacer pagar a los culpables de algo que a todas luces parecía que concertaba posibles delitos de prevaricación y de malversación destinados a ocultar esos abusos. Además, era también una oportunidad de exponer al feminismo como lo que realmente es: una organización criminal que malversa el dinero público.
Los medios de comunicación han demostrado una altísima afinidad sentimental con la imputada
—Tiene un libro que se titula «La mafia feminista»… y la lucha contra las mafias no suelen acabar bien. ¿Cuándo pensó que se podía ganar?
—No suelen acabar bien, pero creo que pueden acabar bien y creo que los buenos somos muchos más en cantidad que los malos. No pensé ni siquiera que se pudiera ganar, pensé que se tenía que hacer algo independientemente del resultado. Pensé que el hecho de que no se pueda ganar o que fuera complicado hacerlo pues no implicaba que uno no tuviera que denunciarlo o tuviera que dejarlo aparcado sin más. Por eso también me parece que hay que estar muy orgullosos, porque nunca o casi nunca se suele ganar a la mafia y esta es una situación en la que todos podemos estar bastante contentos porque parece que está siendo así. No ha terminado la instrucción, Mónica Oltra tiene que declarar, pero yo estoy convencida de que así será.
Dimite Oltra. Un paso más, pero no el último. pic.twitter.com/yVE5D1V86t
— Cristina Seguí (@CristinaSegui_) June 21, 2022
—¿Se atreve a pronosticar cuál será el futuro judicial Mónica Oltra?
—El de una condena seguro y espero que de cárcel de comprobarse ese concierto de delitos encaminados a proteger al principal beneficiario de todo esto, a Ramírez Icardi, el abusador, y a ella misma. En ese caso tiene que acabar en la cárcel. Si no pensara que va a acabar en la cárcel, no habría hecho absolutamente nada.
Mónica Oltra era una subordinada de Ximo Puig, no es una señora que pasaba por ahí
—¿Cómo es posible que Mónica Oltra haya podido mantenerse en su cargo tanto tiempo en un momento de proliferación de cultura de la cancelación?
—Sin ninguna duda ha sido gracias a los medios de comunicación, que han demostrado una altísima afinidad sentimental con la imputada. En toda esa estructura ingente, que es la mafia feminista, lo que está claro es que hay un departamento fundamental que es el mediático. Sin el amparo, el encubrimiento, la protección e incluso el fanatismo de los medios de comunicación todo esto se habría sabido mucho antes, no me cabe ninguna duda.
—Estos meses en los que ha sufrido acoso, insultos de la extrema izquierda, de ciertos medios de comunicación, etc, ¿quién ha estado a su lado?
—Ha estado a mi lado la editorial que ha publicado mi libro (Homo Legens). Unidad Editorial no lo quiso publicar a una semana de que saliera a la venta por miedo y por intereses políticos creados. Tengo que dar las gracias a Homo Legens, a vuestro medio (La Gaceta de al Iberosfera), a César Vidal, con el que tengo un programa semanal que se llama igual que mi libro (‘La mafia es feminista’), a Estado de Alarma, de Javier Negre, a El Debate y a Miguel Ángel Pérez, que es un periodista extraordinario.
—Hablando de Compromís, Baldoví dijo el otro día que, «si tocan a una, tocan a todas», ¿qué futuro le espera a Compromís?
—Ya sabíamos que eso de que «si tocan a una, tocan a todas» es «si tocan a una, tocan a una» porque es evidente que nadie va a perder más de 100.000 euros al año de sueldo por hacer el ridículo en el Congreso y por intentar convertir a la Comunidad Valenciana en la Cataluña del sur, porque los intereses que sigue Compromís son los de los sucesivos presidentes separatistas delincuentes de la Generalitat de Cataluña. Me atrevo a decir que no solo no tocan a Joan Baldoví, sino que él va a aprovechar esta caída de Mónica Oltra para intentar posicionarse en un Gobierno que por otro lado está absolutamente destrozado por la corrupción, también económica.
Valencia es un paraíso en sí mismo que se ha visto afectado de una forma abrumadora por políticos indecentes que se guían por intereses espurios de los separatistas catalanes
—¿Hasta qué punto es responsable el socialista Ximo Puig de esta trama orquestada para encubrir al marido de Oltra?
—Es absolutamente responsable, como mínimo políticamente. Y después de la entrada de la Policía y del registro durante ocho horas de la Consejería de Igualdad de Oltra el pasado lunes vamos a ver que responsabilidades pueden tener también altos cargos socialistas. Mónica Oltra era una subordinada de Ximo Puig, no es una señora que pasaba por ahí. Era la vicepresidenta de un Gobierno cuyo líder es Ximo Puig, cuya consejería está dotada con 2.000 millones de presupuesto público para que mientras que se marca con la letra escarlata el machismo a la mitad de la población, ellos puedan ocultar abusos sexuales de parientes a menores.
—¿Debe dimitir?
—Si tuviera vergüenza, dimitiría, pero hay un caso de corrupción en el que ahora está inmerso, el caso de la imputación de su hermano por 1,2 millones euros en subvenciones. Y va a tener que explicar si el dinero público se ha desviado de la caja pública a sus bolsillos privados, porque se ha autoconcedido ayudas públicas absolutamente ingentes.
—¿Ha podido hablar en los últimos días con Teresa, la víctima del marido de Oltra? ¿Qué le ha transmitido?
—Está muy contenta. He podido hablar muchas más veces con su abogado por causas de coordinación procesal evidentes, y sin ninguna duda tiene la sensación de que se le va a reparar. A nivel económico es absolutamente fundamental y urgente porque tiene dos hijos, tiene un hijo y otro en camino que está a punto de llegar.
—Ayer en un mensaje dijo que «Valencia volverá a ser lo que era». ¿Qué fue y de la mano de quién lo conseguirá?
—Valencia debe ser una de las principales ciudades europeas, por no decir la principal ciudad europea. Debe ser un foco de inversiones, de prosperidad económica, de libertad educativa, de libertad lingüística… Valencia es un paraíso en sí mismo que se ha visto afectado de una forma abrumadora por políticos indecentes que se guían por intereses espurios de los separatistas catalanes. Es evidente que ahora es el tiempo de los partidos de oposición, espero se dediquen a ampliar los cuadros con gente que ame Valencia y ame la Comunidad Valenciana.
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