El Ayuntamiento de Madrid puso en funcionamiento este mes de septiembre los 257 dispositivos para el control de la Zona de Bajas Emisiones. Los sistemas han sido financiados por la Unión Europea «con una subvención de 5,7 millones de euros proveniente del Plan de Recuperación y Resiliencia de ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones», según comunicó el propio Ayuntamiento, en manos del PP con mayoría absoluta.
El objetivo, añadió el Consistorio, es el cumplimiento del globalista Pacto Verde «para que Europa sea el primer continente climáticamente neutro».
Mientras, el grupo municipal de VOX celebró el pasado jueves unas jornadas en las que presentó el informe técnico y científico que desmonta la gran mentira de «Madrid Central», impuesto por Manuela Carmena y ampliado y potenciado por el PP.
VOX recordó que fueron los populares quienes dijeron «con Almeida Madrid Central se acaba el 26 de mayo» y denunció que el regidor haya terminado asumiendo todos los postulados de la izquierda y la supuesta «emergencia climática» para imponer un «Madrid 360» que, a juicio de la formación, «supone un ataque frontal a la libertad de movimiento de los madrileños».
Las restricciones, las prohibiciones y el afán recaudatorio han generado, según VOX, un gran —y negativo— impacto en los transportistas, los autónomos, los comerciantes, los hosteleros, los talleres, etc, que «se están viendo arruinados«. «Desde el grupo municipal de VOX vamos a seguir dando la batalla de la mano de los científicos, de los técnicos, de aquellos que con sus informes nos dicen que Madrid tiene una magnífica calidad del aire», señaló el portavoz de VOX en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith.
«Estamos demostrando que el fanatismo climático de la izquierda se puede combatir con sentido común», aseveró Ortega Smith, antes de denunciar «el afán recaudatorio para seguir manteniendo un gasto desorbitado en Madrid».
El PP y la izquierda no quieren eliminar las restricciones
El Partido Popular se ha unido recientemente a la izquierda para votar en contra de la propuesta de VOX en la Asamblea de Madrid para «devolver la libertad de movimiento a los madrileños que no llegan a fin de mes, y que ven como sus negocios no se recuperan y como sus furgonetas no pueden entrar en el centro de Madrid».
VOX propone aplicar restricciones solamente en episodios concretos de alta contaminación, planes para renovar las calderas, construcciones de aparcamientos disuasorios o sistemas públicos de bicicletas eléctricas. «La implantación de Zonas de Bajas Emisiones es obligatoria por la ley de cambio climático, lo que no es obligatorio es multar y cerrar los centros de las ciudades los 365 días del año, 24 horas al día como ha hecho el Ayuntamiento de Madrid. ¿Qué quiere el Gobierno de Ayuso? ¿Replicar el Madrid Central de Almeida en todos los municipios de más de 50.000 habitantes?, denunció el diputado de VOX Íñigo Henríquez de Luna.
