Hoy termina la campaña electoral de unas elecciones municipales y autonómicas que marcarán el futuro de España. En Madrid, el alcalde José Luis Martínez-Almeida (PP) pretende revalidar un mandato el que no cumplió su promesa electoral principal: la derogación de Madrid Central, el proyecto de Manuela Carmena para restringir la libre circulación de vehículos por la capital.
El PP pasó del «con Almeida Madrid Central se acaba el 26 de mayo» en campaña al activismo climático propio de activistas como Greta Thunberg en el gobierno.
El que era «un experimento fallido y sin sentido (…), un arma de propaganda electoral» se amplió con medidas más restrictivas para los vehículos. Un plan que perjudica más a las familias sin recursos, a quienes no pueden entrar en Madrid porque no se pueden comprar un coche nuevo, y que muestra —una vez más— el sometimiento del PP al decálogo ideológico de la izquierda.
La candidatura de VOX, liderada por Javier Ortega Smith, promete acabar con «Madrid 360», «el engaño de Almeida a los madrileños». «El Madrid Central de la extrema izquierda, ampliado por Almeida con Madrid 360, perjudica a los comerciantes y restringe la libertad de los ciudadanos», afirma. Así, sostiene que introducirá ayudas directas para la renovación de la flota de vehículos de negocios y familias.