Noel López tenía una chaqueta roja que le daba un aire trasnochado, como cantante de una banda tributo al Dúo Dinámico. La sacaba del armario cada vez que iba a encontrarse con Susana Díaz cuando esta era la sultana del socialismo andaluz. Por entonces, Noel López era el más susanista sobre la faz de la tierra, aunque pasados unos pocos años cambió la chaqueta roja por una americana gris marengo para borrar de un plumazo su pasado más reciente y convertirse en adalid del nuevo secretario general del PSOE-A, Juan Espadas. Su conversión fue calculada, surfeando entre Susana Díaz y Espadas en las primarias del socialismo andaluz de 2021. La expresidenta de la Junta visitó el feudo noelista de Maracena durante aquella campaña, pero decidió no intervenir en el acto y guardó las distancias con Susana Díaz, y no precisamente por el distanciamiento social al que obligaba la pandemia del Covid.
Al poco fue nombrado secretario de Organización del PSOE andaluz, el fontanero de los socialistas andaluces. Por entonces ya lucía una barba rala, como dibujada como un tizón, que le daba un aire de bandolero de Sierra Morena. Durante un tiempo compaginó la Alcaldía de Maracena con su cargo orgánico en el partido, hasta que llegaron las elecciones del 20-J en Andalucía y concurrió como número 1 por Granada. En este ínterin fue cuestionado en el pleno de Maracena por sus continuas ausencias, justificándolas por padecer una «fistula anal», según confesó ante la incomodidad del resto de concejales. «Tenga cuidado al hablar de esto, porque se refiere a mi estado de salud y, en concreto, a mi ano», le espetó a la concejal de VOX, Cristina Jiménez.
Apenas dos años después Noel López ha recibido una patada en el trasero por parte de su partido y ha sido «decapitado» como secretario de Organización, tras verse salpicado por el secuestro exprés de la concejal socialista Vanessa Romero el pasado mes de febrero. Esto provocó la detención del que en ese momento era la pareja sentimental de la alcaldesa de Maracena y candidata del PSOE a la reelección, Berta Linares.
La semana pasada, la Fiscalía levantó el secreto de sumario y apareció el nombre de López, Linares y el nuevo concejal de Urbanismo como posibles «inductores» del suceso.
Es el abrupto final, de momento, a una carrera política que comenzó oficialmente hace dos décadas, en 2003, cuando pasó a ser el jefe de la oposición en el Ayuntamiento de Maracena. Con un grado medio en electricidad y «estudios de Educación Social en la Universidad de Granada», Noel López aparcó desde entonces su carrera profesional como bedel de la Diputación de Granada, un vivero de cargos socialistas como el exalcalde de la capital Luis Salvador, que tras su ajetreado periplo en Cs volvió al redil socialista de la mano de Espadas.
Noel López alcanzó la Alcaldía de Maracena en 2007 y estuvo al frente del Ayuntamiento cuatro mandatos, convirtiendo al municipio en una aldea gala del socialismo. Y el que fuera secretario de Organización de las Juventudes Socialistas entre 2001 y 2003 fue ascendiendo en el partido hasta instalarse en la ejecutiva provincial del PSOE de Granada como secretario de Política Municipal desde 2012.
Parte de su ascenso y ascendencia en el partido se explica en el cargo de presidente del Consorcio para el Desarrollo de la Vega-Sierra Elvira, que ha ejercido en toda su etapa como alcalde y que, según reiteradas denuncias, se ha usado de forma sistemática para tejer lazos de clientelismo. A nivel político, siempre se vinculó al grupo de Armilla, el otro bastión socialista del Cinturón y que fue conocido durante años como el ‘clan de los catetos’. No en vano, la actual alcaldesa, Loli Cañavate, es sobrina de Gabriel Cañavate, histórico concejal de Urbanismo armillero, vicepresidente de la Diputación y quien manejó durante años los hilos de los socialistas granadinos, en aquellos años en los que tener el carnet del PSOE abría más puertas que una VISA Oro.
Así llegó a las primarias del PSOE de Granada en 2017, cuando se quedó a escasos 100 votos de ganar a Pepe Entrena, presidente de la Diputación y el ungido en principio para asumir el cargo. Eso sí, en las negociaciones posteriores para coser el partido, la ya celebérrima Berta Linares se quedó con la Vicesecretaría del partido, el principio de la distensión y del acercamiento definitivo de Noel López a José Entrena.
Estaba todo atado y bien atado cuando Noel López dejó la Alcaldía para dejar al frente a Berta Linares, la que fue su sombra como concejal de Urbanismo. Pero Vanessa Romero, la siguiente concejal de esta área, tuvo peor fortuna y acabó en el maletero del coche del novio de Berta Linares.
El resto de la historia ya es conocida por todos. Noel López aspiraba a convertirse en una especie de Alfredo Pérez Rubalcaba y ha acabado apareciendo ante la opinión pública como un Tony Soprano de chaqueta roja.
