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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Así se organizaron los españoles de todo el mundo para defender la unidad nacional

Españoles reunidos en Santo Domingo por la unidad nacional.

No sólo en Zaragoza, Madrid, Salamanca, Tarragona o Barcelona, la movilización patriótica de los últimos días ha trascendido las fronteras de España. Españoles repartidos por Europa y el mundo, igualmente concernidos por el desafío separatista, se han movilizado por el mundo. Hablamos con el organizador de la concentración española en Santo Domingo


La Gaceta se ha puesto en contacto con Eduardo Hernández Ripoll, consultor político y experto en comunicación, para conocer de primera mano qué mueve a los españoles expatriados a celebrar estas reuniones, cómo ven la crisis desde la distancia y cómo se organiza uno de estos actos. No en vano, Hernández Ripoll ha sido el responsable de la concentración en Santo Dominigo, República Dominicana.
 


Explica que tras la masiva concentración del sábado en Madrid y en la víspera de la manifestación de Barcelona, Eduardo sintió la necesidad de actuar, “de poder hacer algo por la unidad de mi país, aunque me encuentre a un océano de distancia (…) sentí la obligación moral de actuar, de contribuir con mi esfuerzo a que ese mensaje de unidad traspase las fronteras peninsulares y de enviar un rotundo apoyo a mis compatriotas”.
 


Cayó la noche en la República Dominicana y, aún con pocas horas de antelación, decidió movilizar a todos cuantos españoles conocía en la isla. “Consciente de esa preocupación compartida por otros españoles residentes en Santo Domingo, publiqué un mensaje claro, sencillo y motivante que también despertara ese mismo sentimiento que ya se había apoderado de mi por completo. Lo difundí en diversos canales digitales de Españoles Residentes en República Dominicana y Cuerpo Diplomático”.
El consultor explica emocionado a este periódico que “en menos de un minuto empezaron a llover una gran cantidad de “Megustas”, comentarios positivos sobre la iniciativa y sobretodo, una disposición de ayudar que me sorprendió enormemente, en concreto, por la rapidez en contestar. Es como si todo el mundo estuviera pensando lo mismo pero necesitaban una chispa que encendiese la reacción definitiva. De forma totalmente espontánea, los distintos organizadores de los grupos en redes sociales de Españoles en República Dominicana y yo mismo, nos encargamos de movilizar a nuestros contactos más directos”.
A la mañana siguiente, a las doce del mediodía, replicando la hora de Barcelona aunque con seis horas más tarde por la diferencia horaria, se empezaron a reunir los españoles en la histórica Plaza de Colón de la zona colonial de Santo Domingo, “junto a la primera iglesia del continente americano que fue además construida por nuestros antepasados, un lugar especialmente emotivo para los españoles”. Comenzaron a llegar familias con niños equipados de la selección española, niñas vestidas de flamenca, jóvenes y menos jóvenes, “decenas de hombres y mujeres iban apareciendo con sus banderas de España o con prendas alusivas a los colores de nuestro país: polos, muñequeras, en mi caso pulseras de mano, cualquier elemento que simbolizara nuestro ferviente apoyo a los nuestros era bienvenido”. En la concentración estuvo presente, además, gran parte del personal diplomático de la Embajada de España en la República Dominicana.
Eduardo describe conmovido el ambiente de la concentración como “emotivo y afectuoso”. La mayoría no se conocían entre ellos, fue una sensación “reconfortante” para todos. Se dieron vivas a España y por un momento la vieja piel de toro se traslado a La Española, la primera isla que pisó Critobal Colón cinco siglos antes. “El momento no pasará inadvertido en mi memoria, por el contexto que estamos viviendo y que algún día recordaremos, y sobretodo porque dentro de unos años, cuando recordemos el golpe de Estado de otoño de 2017, me sentiré aliviado de que como siendo un simple ciudadano, orgulloso de sentirse español sin temer nada malo en ello, contribuí a un mensaje de unión, solidaridad, respeto al conjunto de valores democráticos inspirados en nuestra Constitución. Creo que ofrecimos un mensaje de fe y de confianza en nuestro país ante la mirada de nuestros hijos, que estando allí presentes, sabrán por qué sus padres estuvieron allí con ellos ese día tan importante para España”.

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