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INCENDIOS EN LA REGIÓN

Asturias destina casi diez veces menos fondos a la limpieza de los montes que en 2013

Imágenes de los incendios de los concejos de Valdes y Tineo (Asturias). Europa Press
Imágenes de los incendios de los concejos de Valdes y Tineo (Asturias). Europa Press

No se apagan los ecos de la última ola de incendios que ha arrasado Asturias transformando el Paraíso Natural en un infierno de bosques calcinados. Siguen activos varios focos después de los últimos incendios del fin de semana, pero ya están todos controlados y no cabe registrar víctimas personales pese a que el fuego llegó hasta las mismísimas puertas de Oviedo el último día de marzo. Aun con los rescoldos humeantes, empiezan las críticas y reproches. El Gobierno de Asturias ha hablado de fuegos intencionados en la inmensa mayoría de los casos, pero pasa de puntillas por el hecho de que ha incumplido sus propias normas para evitar que esos incendios afecten a las poblaciones y lleguen a las puertas de las casas.

Según la propia normativa del Principado es de obligado cumplimiento limpiar de matorral y ramaje una franja de 75 metros en torno a los pueblos y viviendas próximas al monte, algo que se ha incumplido tanto por dejadez como por falta de medios de la Administración autonómica.

En 2018 el Gobierno de Adrián Barbón aprobó una resolución sobre quemas y medidas de prevención contra incendios en la que se contemplaba que los arrendatarios, propietarios o titulares de montes o terrenos forestales colindantes con viviendas de núcleos habitados «están obligados al mantenimiento de una franja de 75 metros en la zona de colindancia, evitando la continuidad horizontal y vertical de la vegetación mediante el desbroce selectivo del matorral hasta una fracción de cabida cubierta inferior al 15 por ciento y reducción de la vegetación arbórea hasta alcanzar una fracción inferior al 40 por ciento, y eliminación posterior de los restos bien mediante su astillado, extracción o quema tras la preceptiva autorización».

Además, y según esta normativa, los guardas de Medio Natural deberían de realizar informes sobre su cumplimiento, algo que en la gran mayoría de los casos tampoco se hace por «dejadez».

Y en medio de todo ello, las propias empresas forestales han denunciado la caída del gasto en obras para prevenir incendios hasta el punto de que el Gobierno de Asturias tan sólo ha invertido en los últimos años la mitad de lo que invirtió. Por ejemplo, en 2013 se superaron los seis millones de euros y, desde entonces, no se han vuelto a alcanzar ni siquiera los 4 millones de euros en una región con una extensa mancha de bosques y autoproclamada ‘Paraíso Natural’. Para hacerse una idea muy aproximada de la dejadez del Principado en materia forestal, el desembolso del año pasado en obras de mantenimiento y limpieza de los montes fue de unos pírricos 671.000 euros.

El texto de renovación del Plan Forestal, una estrategia que tuvo su origen en el año 2001, debía de haberse actualizado en 2016, pero en estos momentos está paralizada su tramitación.

Mientras tanto, y entre acusaciones de que la inmensa mayoría de los fuegos han sido provocados, sólo uno de cada 90 incendios en la región han acabado en juicio y los condenados, además, se libran de la prisión. Casi en un 70 por ciento de las condenas se atribuye el fuego al intento de regenerar el pasto para ganado mientras que el resto lo fue para quemar maleza. En este tipo de acciones penales la fiscalía ha solicitado una media de 18 meses de privación de libertad, según se desprende de las 17 sentencias que ha habido en 2022 y lo que va de 2023.

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