Eugenio Pino, Enrique García Castaño y Carlos Salamanca… son los comisarios investigados en el caso Tándem y miembros de la conocida como “Policía patriótica” que han solicitado los servicios del bufete del exjuez Baltasar Garzón.
La última incorporación del exmagistrado es Pino, exdirector adjunto operativo de la Policía Nacional en la etapa de Jorge Fernández Díaz.
Hasta el momento, tal y como informa Moncloa.com, los tres tenían diferentes versiones sobre las órdenes cursadas. “El pacto con los comisarios puede ser una estrategia conjunta para elevar las responsabilidades hacia los políticos”, recoge el medio.
Los altos mandos policiales son los tres agentes “de mayor peso implicados en Tándem -al margen de José Manuel Villarejo- o en otros sumarios por unos hechos delictivos con una doble vertiente: por un lado, en unos supuestos servicios a la Patria (o al PP) realizados aparentemente sin la cobertura de un mandato judicial, pero ejecutados con el fin de combatir el independentismo catalán (robo del pendrive del caso Pujol), o destripar los secretos de Luis Bárcenas (operación Kitchen)”.
La Operación Kitchen fue supuestamente diseñada por el Ministerio del Interior en 2013 y financiada con fondos reservados para robar documentos al extesorero del PP Luis Bárcenas a través de su chófer, contratado como confidente policial.