El centenar de habitantes de Puente de Montañana, un municipio español de la provincia de Huesca (Aragón), se ha convertido en víctima del absurdo separatista.
Puente de Montañana, en la frontera de Huesca y Lérida, pertenece administrativamente a Aragón, pero parte de su casco urbano se sitúa en Cataluña.
«Yo tengo el salón en Aragón y el baño en Cataluña», dice esta puentina.
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