La esposa del presidente Pedro Sánchez, Begoña Gómez, intentó sin éxito incorporar a grandes empresas como Telefónica, Mastercard, Mercadona o la Cámara de Comercio de España a la Cátedra de Transformación Social Competitiva que codirigía en la Universidad Complutense de Madrid, según adelanta El Economista. A pesar de sus esfuerzos, estas entidades rechazaron participar, dejando el proyecto en manos de sus dos principales patrocinadores, Fundación La Caixa y Reale Seguros, junto a una modesta contribución de Numintec.
Uno de los primeros intentos para sumar nuevos patrocinadores tuvo lugar en julio de 2021, cuando Mercadona fue contactada a través de una carta enviada por la Complutense, Fundación La Caixa y Reale Seguros. Según documentos judiciales, el vicerrector de la universidad, Juan Carlos Doadrio, solicitó previamente la aprobación de los actuales patrocinadores para invitar a Mercadona, copia del correo que llegó a Gómez y al codirector de la cátedra, José Manuel Ruano. No obstante, la empresa presidida por Juan Roig declinó la oferta, afirmando: «Valoramos y agradecimos que pensaran en nosotros, pero decidimos no participar».
En enero de 2022, Begoña Gómez amplió sus gestiones para incluir en el proyecto a Mastercard, Telefónica, Conpymes y el Pacto Mundial de Naciones Unidas, entre otros. Sin embargo, estas entidades tampoco aceptaron unirse. A lo largo de su trayectoria, la Cátedra logró celebrar cuatro ediciones de un máster de transformación social, con un presupuesto de 126.000 euros aportado principalmente por Fundación La Caixa (60.000 euros), Reale Seguros (60.000 euros) y Numintec (6.000 euros).
El respaldo inicial de Fundación La Caixa y Reale Seguros se justificó, según declararon sus representantes al juez, en la credibilidad que otorgaba la Complutense al proyecto. Sin embargo, ambos patrocinadores rompieron relaciones tras el escándalo que puso en duda la cualificación de Gómez para dirigir la cátedra, algo que, según fuentes jurídicas, desconocían. A pesar de la controversia, Gómez llegó a solicitar en febrero de este año un nuevo presupuesto anual a la Fundación La Caixa, apenas dos meses antes de su imputación por tráfico de influencias.
La labor de captación de fondos y contactos empresariales no fue llevada a cabo únicamente por Gómez. Según consta en la investigación, en varias ocasiones trabajó de la mano de Cristina Álvarez, directora de Programas de Presidencia del Gobierno, quien llegó a enviar correos directamente desde Moncloa para apoyar la iniciativa.
Finalmente, tras la retirada de los patrocinadores principales y la eliminación de la Cátedra por parte de la Complutense, se ha puesto en tela de juicio la gestión de este proyecto, que también contaba con colaboraciones de entidades como la ONCE, Cepes y la Asociación Española de Fundaciones (AEF). El caso sigue bajo investigación judicial por presuntas irregularidades en su creación y funcionamiento.
