El pasado 14 de diciembre, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), actualizó las cifras relativas a inmigración ilegal llegada a España. Desde comienzos de año, un total de 30.423 inmigrantes han accedido ilegalmente a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. Estadísticas que, sumadas al histórico de datos de la entidad y sin ignorar las entradas ilegales que tuvieron lugar en Ceuta en plena crisis diplomática con Marruecos, eleva la cifra de entradas ilegales al borde de las 220.000 desde que Pedro Sánchez llegó a Moncloa.
Los inicios de esta debacle migratoria sin precedentes en nuestro país tuvieron lugar después de la investidura del actual presidente de Gobierno en junio del año 2018; fue a partir de entonces cuando la inmigración ilegal en España experimentó un aumento exponencial disparándose por encima del 85%, pasando de los 3.937 inmigrantes ilegales llegados en mayo, a los más de 7.000 registrados por ACNUR un mes después.
A partir de entonces, las estadísticas continuaron experimentando un aumento desproporcionado de la presión migratoria sobre todo el territorio nacional. Solo durante el mes de octubre del año 2018 entraron casi 11.000 inmigrantes ilegales (10.912), un mes récord en los registros de ACNUR. Así, el año 2018 terminó con un total de 65.383 entradas, de las cuales el 83,74% se produjeron tras la llegada a Moncloa de Pedro Sánchez.
Si bien un año después la inmigración ilegal disminuyó hasta los 32.513 inmigrantes ilegales contabilizados, el 2019 nos trajo la activación de nuevas rutas migratorias provenientes de territorio argelino hacia costas de Almería, Murcia, la zona de Levante y Baleares. Algo que hacia presagiar la consolidación de nuevas vías de entrada ante la inacción de un Gobierno incapaz de afrontar esta problemática.
Pese a la crisis sanitaria, en el año 2020 la presión migratoria sobre España no cesó. Además de unas rutas con origen en Argelia que terminaban por consolidarse, las vías de la inmigración ilegal con su epicentro en el SAHEL también vivieron su momento álgido, dejando en las Islas Canarias a más de 23.000 ilegales. Estos datos elevaron el volumen de accesos ilegales a España hasta los 41.861, un 28,75 por ciento más que el año anterior.
2021 y la crisis en Ceuta que el Gobierno trató de ocultar
El año pasado las estadísticas continuaron con una tendencia alcista. ACNUR abrió 2021 con un registro de más de 3.000 entradas ilegales durante el mes de enero y, en los primeros cuatro meses del año, más de 7.000 inmigrantes accedieron ilegalmente a España. En el mes de mayo, las tensiones diplomáticas con Marruecos acabaron en una amenaza híbrida orquestada por Mohamed VI: el régimen alauí incitó a miles de inmigrantes a acceder ilegalmente a Ceuta y, entre los días 17 y 18 de mayo, las fronteras españolas de la Ciudad Autónoma sufrieron una auténtica invasión que el Gobierno nunca ha trasladado a los balances que quincenalmente son emitidos por el Ministerio del Interior.
Pese a las maniobras del Ejecutivo central, el Gobierno ceutí sí que ha informado recientemente sobre la magnitud de estas entradas masivas. Según declaraciones de la vicepresidenta primera y consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales de Ceuta, Mabel Deu, entraron a la región «entre 12.000 y 14.000 personas, de las que más de 1.500 eran menores no acompañados». Esta cantidad, sumada a las estadísticas oficiales de ACNUR (43.197), eleva el número de entradas ilegales en 2021 por encima de las 57.000 (57.197).
Una ruta descontrolada hacia Baleares
Otras de las consecuencias que ha tenido la inacción frente a la acción de las mafias de la inmigración ilegal y su predilección por España para el acceso a Europa, ha sido la consolidación de una ruta descontrolada hacia las Islas Baleares desde territorio argelino.
Desde Argel hasta Tipasa, los traficantes argelinos han activado kilómetros de costa desde los que partir hacia el archipiélago balear. Un itinerario, que al igual del marcado hacia Almería y zona de Levante, dio sus primeras señales de activación en el año 2019. Fue en dicho año cuando las Islas Baleares detectaron algo sin precedentes, la llegada de más de 400 ilegales a sus islas.
A partir de esas primeras señales del año 2019, la presión migratoria sobre el archipiélago balear ha experimentado un aumento exponencial. Durante el ejercicio 2020, ACNUR cifra la inmigración ilegal llegada a las islas en más de 1.500 inmigrantes ilegales. Un año después, en 2021, Baleares recibió un total de 2.311 para continuar en un 2022 con un total de 2.315 inmigrantes, según los datos actualizados de la citada entidad.
Así, el aumento de la inmigración ilegal desde el año 2019 en Baleares se ha disparado por encima del 450%, sumando desde el comienzo de este trayecto migratorio más de 6.500 entradas ilegales en sus islas, que hasta hace unos años apenas recibían inmigración ilegal desde el norte de África.
El efecto Sánchez: más de 5.000 muertes en las rutas marítimas hacia España
A mayor número de desplazamientos ilegales por vía marítima, mayor riesgo de perder la vida por ahogamiento. O como asegura un informe interno del área de inteligencia de la Guardia Civil consultado por este medio: «Cuantos más barcos salen a rescatar inmigrantes, más gente muere». Algo que no solo evidencian análisis de expertos y autoridades policiales, sino que también reflejan las estadísticas.
La cifra de muertes por ahogamiento en las rutas migratorias que parten con destino hacia Canarias, Península e Islas Baleares, experimentaron un incremento exponencial de casi un 300% entre los años 2017 y 2018, algo coincidente con el aumento de la inmigración ilegal entre los dos años. Pasando de las 225 desapariciones datadas en 2017 por el proyecto de Naciones Unidas: Missing Migrants, a las 892 registradas un año después.
Desde el año 2018 la cifra de desaparecidos en las rutas marítimas con destino a costas españolas ha seguido aumentando exponencialmente, tanto que solo entre los años 2020 y 2021 perdieron la vida más de 2.700 ilegales, la mayor parte cuando ponían rumbo hacia las Islas Canarias. Estas rutas desde el SAHEL han llevado al archipiélago a casi 65.000 inmigrantes ilegales desde el año 2018.
En total, más de 5.000 inmigrantes ilegales han perdido la vida en las rutas marítimas de la inmigración ilegal desde que el efecto llamada se viese incrementado ante las nulas políticas de contención migratoria. El 86% de todas las personas que han perdido la vida desde que Naciones Unidas ofrece estadísticas, lo han hecho con el actual Gobierno en el poder.
En resumen y sumadas todas las estadísticas expuestas desde el inicio del presente análisis, tras la toma de poder del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a España han llegado casi 220.000 inmigrantes ilegales en solo 43 meses, a una media de más de 5.000 al mes. Más de 5.000 han perdido la vida intentándolo, las rutas migratorias desde Argelia han tomado fuerza y ni la situación en Islas Canarias, ni la problemática en Baleares, parece haber experimentado atisbo alguno del control. Algo que el Ejecutivo tratará de vendernos durante las próximas semanas, sin embargo la situación no esta bajo control, de ninguna de las maneras.
