¿No es España una democracia? ¿No hay persecución del castellano por parte de las autoridades catalanas? Puigdemont miente y La Gaceta lo desmonta.
Puigdemont, como de costumbre, ha soltado una sarta de mentiras en su mitin político en la capital danesa. Además de presentarse una vez más como presidente de la Generalitat, de asegurar que no tiene ‘’interés en las fronteras, los papeles y las banderas’’, y de garantizar que los catalanes podrán mantener la nacionalidad española si se independizan, estas son las afirmaciones más cuestionables del ‘exmolt honorable’.
‘’España es una democracia sobre el papel’’
«Sobre el papel sí, España es una democracia. Pero hay que mirar los hechos. En las últimas elecciones las autoridades españolas prohibieron una pancarta que solo ponía democracia», ha dicho el expresidente regional.
Y el escenario donde ha pronunciado dicha afirmación es sumamente importante. Dinamarca, país al que ha alabado y que pretende emular en caso de lograr la independencia catalana, pena con cadena perpetua lo que él ha propiciado en España, la secesión de una parte del territorio. Mientras, en nuestro país la máxima condena a imponer es de treinta años de prisión.
¿Saben la nota que ha sacado Dinamarca en el último informe Freedom House que mide la calidad democrática de los Estados? 97 puntos. ¿Y España? 94 puntos, quedando por encima de países como EEUU, Italia o Francia. En otros estudios como el pilotado por The Economist nuestro país se encuentra en la posición número 16 de su índice de democracia. Tres puestos por debajo nos coloca el Global Democracy Index, a niveles similares de Canadá, Portugal o Japón.
«El Gobierno español ha prohibido el color amarillo»
Esta es sin duda una de las mentiras más repetidas por el separatismo. El pasado mes de diciembre, durante la campaña y la jornada de votación, la Junta Electoral prohibió las pancartas en edificios públicos a favor de ‘’presos políticos’’, así como la colocación de lazos amarillos.
Los ‘indepes’ se adueñaron de dicho color a raíz de la encarcelación de varios dirigentes separatistas por los graves delitos que les imputa la Justicia, empleándolo como propaganda. La Junta Electoral entendió que promocionar ambos símbolos contraviene el principio inquebrantable de neutralidad política.
Pero esta prohibición, que afecta a los edificios de titularidad pública, sólo se extendía a los miembros de las mesas. La ley electoral establece en este sentido que “ni en los locales de las Secciones ni en las inmediaciones de los mismos se podrá realizar propaganda electoral de ningún género’’. En resumen, si alguien quería ir a votar con la solapa plagada de crespones amarillos era totalmente libre de hacerlo. Así que no, el Gobierno no ha prohibido ningún color.
Aquí podemos ver, por ejemplo, al exconsejero Rull siendo esposado por la Policía Nacional por llevar una prenda amarilla dentro de un colegio electoral.
‘’El independentismo volvió a ganar las elecciones el 21-D’’
Perdieron dos escaños y proporción de voto. Ciudadanos fue la fuerza más votada con 36 escaños y 1.109.732. En segunda posición quedó la lista de Puigdemont, a sólo dos escaños de Arrimadas pero con 140.000 papeletas menos.
El porcentaje de voto entre las formaciones separatistas sumó el 47,5%. Además de que la ley electoral les ha premiado con más escaños, el número de votos es inferior al de los partidos que optan por permanecer en España. Por cierto, el apoyo ‘indepe’ ha descendido unas décimas respecto a 2015.
«No hay ningún problema de lenguas en Cataluña»
Qué se lo digan a los empresarios que reciben sanciones por rotular en castellano o a los padres que quieren escolarizar a sus hijos en este idioma. La Justicia estableció en 2015 que, como mínimo, el castellano debe llenar un 25% de la oferta académica. El TSJC, por su parte, estableció que en caso de que sólo un alumno lo solicite, toda la clase debe adaptarse.
Esto no se está cumpliendo. Y ahora imagínense las consecuencias que puede tener para el alumno que pide estudiar un 25% en castellano. Y si usted es lo suficientemente valiente ya habrá algún dirigente que le llame maltratador. Es el caso de Muriels Casals, destacada diputada de Junts pel Sí, que llegó a decir que ‘los padres que quieren enseñanza en castellano son maltratadores’.
Por otro lado, en marzo de 2017 el separatismo rechazó la propuesta del PPC de crear al menos un centro educativo en cada municipio con dos lenguas vehiculares, el castellano y el catalán. ¡Uno por municipio!
Y luego está el tema de las multas a los comercios que no rotulan en catalán. El tripartito (PSC, ERC e ICV) potenciaron estas sanciones incluidas durante la era Pujol en la Ley del Código de Consumo de Cataluña. En 2015 las multas aumentaron en un 173%, pasando de los 51.350 euros en 2014 hasta los 140.000 euros en 2015.
Pero si todavía les queda alguna duda sobre la persecución al castellano y algunas ideas en la escuela catalana, aquí les van algunos ejemplos.
¿Que no hay adoctrinamiento escolar en Cataluña? Van 25 ejemplos
‘’Seguimos siendo proeuropeos’’
Aunque su intervención ha estado centrada en atacar a España, también ha habido críticas a la UE. A pesar de todo, Puigdemont ha defendido que los indepes siguen siendo proeuropeos.
Tirando de hemeroteca, en una entrevista concedida a la televisión pública israelí, el expresidente regional planteó aumentar su ‘derecho a decidir’ a la pertenencia de la comunidad autónoma a la Unión Europea. Puigdemont dijo entonces que se trataba de un “club de países decadentes, obsolescentes, en el que mandan unos pocos, además muy ligados a intereses económicos cada vez más discutibles”.
Muy similar es el posicionamiento de la CUP, que aboga principalmente por desligarse del club comunitario. La animadversión de los antisistema llega a tal punto que, cuando Junts pel Sí pidió la mediación de la UE en el conflicto catalán, dijeron que no ‘’tiene categoría’’ para protagonizar dicho rol.
‘’Macron negocia con los corsos’’
Puigdemont ha mencionado ya en varias ocasiones la disposición de Macron a dialogar con los nacionalistas corsos, que arrasaron en las últimas elecciones. Lo contrapone con la negativa de Rajoy a entablar conversaciones con los separatistas.
Sin embargo, el expresidente fugado se olvida mencionar que el presidente galo tiene líneas rojas en las ansias de más autonomía de Córcega: no habrá reconocimiento del corso como lengua oficial ni tampoco un estatuto de autonomía de pleno derecho.
En el caso de nuestro presidente, la línea roja era la celebración de un referéndum. Moncloa ofreció más dinero, más competencias, incluso coqueteó con la idea de crear un ‘cupo catalán’ al estilo del vasco y navarro.
Por ello, también miente en esto Puigdemont al asegurar que Macron ha ofrecido un diálogo sin condiciones previas a los nacionalistas corsos.
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