El domingo 21 de abril los vascos acudirán a las urnas para elegir a los representantes políticos que ocuparán los 75 escaños del Parlamento regional durante los próximos cuatro años. En la medianoche de este jueves comenzará una campaña electoral que puede llevar al brazo político de ETA a la lehendakaritza de la mano de los socialistas, que hoy descartan ese pacto con Bildu de la misma manera que antes descartaban la amnistía a los condenados por el golpe del 1-O en Cataluña (y que ya se tramita en las Cortes).
Se presentan PNV, Bildu, PSOE, PP, Podemos, Sumar… y VOX, aunque los medios traten de silenciar (y de ocultar) su candidatura. Es la estrategia que han utilizado durante toda la precampaña. Quizás sea porque la tercera fuerza política de España, presente en cinco gobiernos regionales, represente el «cambio real» tras décadas de gobiernos del PNV y del PSOE.
Desde Bildu y hasta el Partido Popular coinciden en defender la Agenda 2030 y el Pacto Verde que ahoga al sector primario vasco y destruye la industria; en imponer la discriminación lingüística contra el español (ahí está el ejemplo de Galicia); y en apostar por políticas buenistas que no hacen frente al grave problema de inseguridad por la inmigración que padece el País Vasco. VOX, por su parte, se reivindica como la «alternativa» frente a la ruina de agricultores y ganaderos, y la degradación de los barrios.
La candidata de VOX, Amaia Martínez, que busca mantener y ampliar la representación parlamentaria para continuar llevando a la Cámara las ideas que defienden miles de vascos, señala que una de sus prioridades es luchar contra la inseguridad y la inmigración ilegal, que está provocando guetos en barrios como el de San Francisco, en Bilbao, o que ha llevado a poblaciones como Sopuerta (Vizcaya) a protestar contra la apertura de un centro de menas. Y contra la okupación, que se ha elevado en los últimos años en el País Vasco (es una de las cinco comunidades donde más ha aumentado, según Interior).
Asimismo, propone que el euskera deje de ser un mérito para la administración. «No tenemos profesionales médicos y enfermeras porque se exige un PL2 de euskera, un nivel lingüístico que tan sólo un 17% de la población vasca tiene», subrayó Amaia Martínez en una entrevista concedida a LA GACETA.
Y denuncia que el País Vasco mantiene un problema de libertad. Por ello, van a pelear «por defender la memoria de todos los héroes que fueron asesinados por el terrorismo etarra por defender a España». «No vamos a tolerar que sus herederos homenajeen a unos asesinos que lo único que merecen es pudrirse en prisión. Perseguiremos estos homenajes criminales en las instituciones y en los tribunales», asevera la formación.
