El Congreso de los Diputados inicia este jueves el camino hacia la derogación de la prisión permanente revisable con la votación de dos enmiendas a la totalidad -de PP y Cs- al texto presentado hace unos meses por el PNV.
El debate llega dos días después de la confesión de Ana Julia Quezada, que mató al pequeño Gabriel con un hacha y posteriormente lo asfixió. La medida cuenta con un gran respaldo popular, que no se refleja en los partidos con representación en el Congreso, y con figuras semejantes en los países de nuestro entorno.
El PNV fue el encargado de presentar la derogación, que en ningún caso quedará aprobada este jueves. Lo que hoy vota el Congreso son dos enmiendas a la totalidad de PP y Cs que, en caso de salir adelante alguna de las dos, abortará de facto la derogación. En caso de que ninguna de las enmiendas se apruebe, la propuesta del PNV seguirá sus trámites legislativos.
¿Cómo funciona la PPR?
La prisión permanente revisable podrá ser impuesta únicamente en supuestos de excepcional gravedad -asesinatos especialmente graves y en los supuestos más graves de genocidio o de crímenes de lesa humanidad- en los que está justificada una respuesta extraordinaria mediante la imposición de una pena de prisión de duración indeterminada, si bien sujeta a un régimen de revisión.
Los supuestos en los que cabe esta figura son, entre otros, los asesinatos de menores de 16 años o personas especialmente vulnerables, los asesinatos múltiples, violaciones a menores tras privarlos de libertad, o las muertes causadas por incendios intencionados.
Esta figura no renuncia a la reinserción del penado: una vez cumplida una parte mínima de la condena, un tribunal colegiado deberá valorar nuevamente las circunstancias del preso y del delito cometido y podrá revisar su situación personal.
Cumplida esa primera parte mínima de la pena y si el tribunal considera que no concurren los requisitos necesarios para que el penado pueda recuperar la libertad, se fijará un plazo para llevar a cabo una nueva revisión de su situación. Y si, por el contrario, el tribunal valora que cumple los requisitos necesarios para quedar en libertad, se establecerá un plazo de libertad condicional en el que se impondrán condiciones y medidas de control orientadas tanto a garantizar la seguridad de la sociedad como a asistir al penado en esta fase final de su reinserción social.
La pena de prisión permanente revisable no constituye, por tanto, una suerte de
“pena definitiva” en la que el Estado se desentiende del penado.
Cinco motivos para mantenerla
Estos son los cinco motivos que deberían tener en cuenta sus señorías a la hora de votar las enmiendas este jueves:
Una medida excepcional
El Código Penal, como refleja el punto anterior, establece la prisión permanente revisable para supuestos de extrema gravedad y muy acotados. Son los casos más reprochables penalmente y, aun así, sus autores pueden librarse de la cadena perpetua. El carácter revisable de la pena garantiza que el reo pueda salir a la calle si efectivamente se ha reinsertado.
Aplicada una sola vez
A pesar del debate generado en torno a esta figura, su excepcionalidad ha quedado patente dos años después de su implantación. Sólo hay un condenado en España a prisión permanente revisable. Se trata del padre que asesinó a sus dos hijas menores de edad con una radial en Galicia en 2015.
No sólo existe en España
En el entorno europeo se aplican penas similares, con la excepción de Portugal, el primer país del mundo en el que se abolió la cadena perpetua después de una reforma penal en 1884, y donde la máxima condena que recoge la ley es de 25 años. Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Noruega, Dinamarca… Todos tienen una prisión permanente revisables en sus respectivos códigos penales.
Con un amplio apoyo
La postura de los partidos políticos en el Congreso no refleja el sentir mayoritario de la sociedad española. Si bien la derogación de la prisión permanente revisable tiene muchas posibilidades de salir adelante, su respaldo entre la ciudadanía es mayoritario.
La última encuesta realizada en este sentido refleja que ocho de cada diez españoles apoyan la vigencia de esta pena. El sondeo de GAD3 para ABC refleja, por ejemplo, que el partido con más votantes a favor de la prisión permanente revisable es el PSOE con un 80%.
Juan Carlos Quer, padre de la joven Diana, se ha estado reuniendo durante los últimos días con los representantes de las principales formaciones para evitar la derogación de esta figura penal. Y no iba solo, debajo del brazo llevaba la firma de más de tres millones de españoles a favor de la prisión permanente revisable.
Para que no se vuelva a repetir
Es imposible llegar a la tasa cero de criminalidad y evitar crueles asesinatos como el de Ruth y José o el del pequeño Gabriel. Lo que sí se puede evitar, sin embargo, es que sus autores -en caso de no reinsertarse- acaben cometiendo delitos similares.
Y eso es precisamente lo que Juan Carlos Quer, Antonio del Castillo, Juan José Cortés o Ruth Ortiz no quieren que ocurra. Por eso han apoyado esta medida desde un principio, un apoyo envuelto en una gruesa capa de solidaridad, ya que muchos de ellos no podrán ver a los asesinos de sus hijos cumpliendo esta severa pena. Quienes sí se enfrentarán a ella serán los futuros ‘Chicles’, ‘Bretones’ o ‘Rafitas’.
La posición de los partidos
A favor de la prisión permanente revisable se ha mostrado el Partido Popular, impulsor de esta figura con su mayoría absoluta en la reforma del Código Penal de 2015. En aquel momento se quedó solo, aunque ahora parece tener el apoyo de Ciudadanos.
El partido de Rivera ha dado innumerables bandazos sobre esta cuestión: ha pasado de pedir su derogación inmediata en el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez, a presentar su propia enmienda para evitar su desaparición.
Vox, por su parte, ha solicitado desde su nacimiento como formación política la instauración de la cadena perpetua en España para –como dijo este miércoles Santiago Abascal– ‘’proteger a la sociedad y a las víctimas de los monstruos’’.
En contra están el PNV, ERC y Podemos. El PSOE también apoyará la derogación y fue el partido que decidió recurrir la medida ante el Tribunal Constitucional. A pesar de que el 80% de sus votantes apoyan la prisión permanente y de que habían asegurado que no se posicionarían hasta conocer el veredicto del TC, este jueves votarán a favor de su derogación.
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La prisión permanente revisable, cuestionada en España pero no en Europa