La Fiscalía ha solicitado una condena de cinco años de prisión para un hombre subsahariano acusado de intentar agredir sexualmente a una mujer sintecho en una chabola de Santa Cruz de Tenerife. El juicio, celebrado este lunes en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial, ha puesto de manifiesto los detalles del caso, ocurrido en julio de 2023.
El acusado negó en la sala haber cometido los hechos, alegando que las lesiones de la víctima se debieron a una caída provocada por el estado de embriaguez de la mujer. Sin embargo, según el testimonio de la afectada, el incidente ocurrió después de que el hombre, tras consumir alcohol y drogas, intentara forzarla mientras ella dormía en su infravivienda.
La víctima, una mujer latinoamericana en situación de extrema vulnerabilidad, explicó que había aceptado quedarse en la chabola del acusado durante algunos días, alternando entre dormir en la calle y en el Albergue Municipal de Santa Cruz de Tenerife. A cambio del alojamiento, compartía alimentos adquiridos con una tarjeta solidaria, pero ambos dejaron claro que no mantenían una relación sentimental.
El intento de agresión se produjo durante la noche del 9 al 10 de julio de 2023. Según el relato de la mujer, el acusado comenzó con insinuaciones, asegurando que podía ayudarla económicamente y ofreciendo compartir los ingresos del Ingreso Mínimo Vital que supuestamente había recibido. Ante la negativa de la víctima, quien insistió en que tenía pareja y una hija, el hombre reaccionó violentamente, acusándola de «racista» y comenzando un forcejeo: «Si fuese blanco sí te acostarías conmigo».
La víctima detalló que, durante el altercado, recibió un puñetazo en el ojo izquierdo, cortes en la pierna con una pulsera y fue tocada en sus pechos y genitales por encima de la ropa. A pesar de las agresiones, logró escapar de la chabola, aunque sufrió un esguince en el tobillo durante la huida. En los días siguientes, permaneció escondida en el Parque La Granja hasta que fue localizada por personal de la Unidad Móvil de Acercamiento (UMA) del Ayuntamiento, quienes la ayudaron a presentar la denuncia ante la Policía Nacional.
Tras el incidente, se impuso al acusado una orden de alejamiento de la víctima, que él quebrantó posteriormente. Por esta violación de la medida cautelar, fue condenado a nueve meses de prisión en una sentencia de conformidad.