El centro de menas de Juslibol en Zaragoza ha vuelto a ser escenario de disturbios, con un nuevo amotinamiento que obligó a la intervención de la Policía Nacional. Este incidente, ocurrido la tarde de ayer miércoles, fue protagonizado por tres internos que ya habían causado problemas el día anterior y que se negaron a regresar a sus habitaciones, llegando incluso a romper las puertas de sus cuartos.
El primer altercado tuvo lugar el martes, cuando los jóvenes, de 16 y 18 años, comenzaron una pelea entre ellos. Los educadores intentaron mediar para calmar la situación, pero los menas intentaron agredirles, obligando a los trabajadores a refugiarse en una habitación. Dos de ellos han solicitado la baja por ansiedad tras ser atendidos en la Mutua de Accidentes de Zaragoza (MAZ). Uno de los internos, que se golpeó en la cabeza al caerse durante la trifulca, tuvo que ser trasladado al hospital, aunque tras permanecer en observación fue devuelto al centro.
Pese a ser trasladados al módulo de aislamiento tras el primer incidente, los mismos internos volvieron a protagonizar disturbios el miércoles. Según fuentes del centro, el problema comenzó cuando uno de los menores fue llevado a fumar por un trabajador y, al regresar, intentó liberar a otros dos compañeros. Ante la imposibilidad de controlar la situación solo con los vigilantes de seguridad, se solicitó la intervención policial.
Varias unidades de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) y la UIP (Unidad de Intervención Policial) acudieron al recinto para restablecer el orden. Su presencia logró disuadir a los menas, quienes finalmente cesaron su resistencia. Tras ser registrados, no se encontraron objetos peligrosos entre sus pertenencias, aunque sí portaban vajilla de plástico. Posteriormente, fueron trasladados a un nuevo módulo del centro.
Con este último episodio, ya son cuatro los altercados registrados en Juslibol en menos de un mes, lo que ha generado preocupación por la seguridad tanto del personal como de los propios internos. Afortunadamente, en esta ocasión no hubo que lamentar heridos, pero la reiteración de los incidentes evidencia una situación de tensión constante en el centro, que necesita soluciones urgentes para evitar nuevos conflictos.