Un cierre de las nucleares planificado, seguro, ordenado y justo socialmente, escalonando el cese de operación de todas las centrales españolas entre 2027 y 2035, continuando los instrumentos ya desarrollados en la Estrategia de Transición Justa.
Ese es el objetivo marcado por PSOE y Sumar en cuanto a la política energética española de los próximos años. Como estaba previsto, y pese a que algunas naciones europeas están dando marcha atrás en el cierre de nucleares, sobre todo después de que la Unión Europea la haya calificado como «verde», el acuerdo de gobierno firmado por ambas formaciones confirma que ese sigue siendo el plan para la energía nuclear en España.
Entre las centrales que siguen abiertas en el país, es de esperar que los cuatro reactores que tienen previsto cerrar entre 2027 y 2030 sean insalvables con una nueva legislatura liderada por Pedro Sánchez. Por otro lado, las que tienen una vida útil hasta 2032-2035, que son Ascó II, Vandellós II y Trillo, quizá tuviesen alguna opción.
La pregunta es cómo se piensa sustituir una fuente de energía que aporta más del 20% de la electricidad y que sirve de respaldo para las muy intermitentes renovables. Sobre esto último, en el acuerdo de Gobierno, no hay demasiado.