Red Eléctrica de España (REE), el operador del sistema eléctrico, advirtió al Ministerio para la Transición Ecológica meses antes del apagón sufrido el pasado 28 de abril de la necesidad de revisar los criterios de protección existentes del sistema eléctrico ante la entrada masiva de renovables.
En un documento técnico fechado en mayo de 2024, pero que fue recibido por el Ministerio el pasado 24 de enero, según indicaron en fuentes ministeriales, el operador reconocía que los criterios generales de protección del sistema eléctrico peninsular español e insular y extrapeninsulares, que se rigen por unos documentos de 1996 y 2011, debían ser actualizados para abordar los criterios mínimos de equipamiento protectivo, «de cara a minimizar el alcance de las perturbaciones del sistema para garantizar la continuidad del suministro y mejorar la calidad del servicio».
Asimismo, el documento añadía que otra de las causas que forzaban a la revisión de estos criterios, era «el cambio en el mix de generación del sistema eléctrico actual debido a la entrada masiva de fuentes de energía renovables que han ido desplazando a las plantas térmicas tradicionales».
«Junto con las centrales de generación convencional —centrales térmicas, ciclos combinados, hidráulicas y nucleares— en el sistema eléctrico actual coexisten las nuevas fuentes de energía renovable que en su mayoría son energía solar fotovoltaica y energía eólica las cuales están basadas en dispositivos de electrónica de potencia», señalaba el documento, adelantado por ‘El Periódico de la Energía’.
Además, el operador del sistema aseguraba que «la integración masiva de generación renovable basada en electrónica de potencia ha supuesto un cambio en la distribución de la generación que tradicionalmente se conectaba directamente en la Red de Transporte».
«Estas nuevas fuentes de energía renovable pueden evacuar tanto en la Red de Transporte como en redes de tensión inferior, lo que puede ocasionar un cambio en la criticidad de ciertos nudos que tradicionalmente eran destinados a centros de transformación y alimentación de la demanda, ya que pueden pasar a ser nudos de evacuación de grandes cantidades de generación, lo que implica un aumento en la criticidad y por tanto unos requerimientos de equipamiento del sistema de protección mayores a los requeridos anteriormente», afirmaba.