El auto del juez Joaquín Aguirre que detalla las conexiones entre Rusia y la Generalidad de Cataluña incluye el nombre de Nikolay Sadovnikov, antiguo diplomático ruso de la máxima confianza de Vladimir Putin, como el individuo que pudo liderar la tutela a Carles Puigdemont para desestabilizar a España con el golpe del 1-O.
Se cita el encuentro entre Puigdemont y Sadovnikov el 26 de octubre de 2017, justo en las horas previas a la declaración unilateral de independencia. La Oficina del expresidente de la Generalidad confirmó el encuentro, pero negó que le ofreciera apoyos para la secesión.
El agente ruso estuvo en Barcelona en octubre de 2017, justo las fechas del golpe separatista, y llegó a ofrecer diez millones de dólares a un asesor del expresidente catalán para financiar todos los gastos en Bélgica.
Cabe señalar que el Parlamento Europeo reiteró en abril su condena de los «intensos contactos» de líderes del separatismo catalán con Rusia, señalando en concreto a Puigdemont, y pidió una investigación sobre la injerencia rusa en el contexto del referéndum ilegal.
Los eurodiputados denunciaron la influencia rusa dentro de la institución apuntando que Moscú compró a eurodiputados «para que difundieran propaganda rusa» y «crearan una red de dependencias a través de partidos políticos europeos que actúan como amplificadores de la propaganda del Kremlin».
La resolución llegó después del caso de la eurodiputada letona Tatjana Zdanoka, aliada del movimiento separatista catalán, que colaboró durante dos décadas con el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia.
