El director del Instituto de Estudios Estratégicos del Ministerio de Defensa, Miguel Ángel Ballesteros, será nombrado este viernes por el Consejo de Ministros nuevo director general de Seguridad Nacional.
El general de Brigada de Artillería, es además profesor asociado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Complutense de Madrid, doctor por la Universidad Pontificia de Salamanca, diplomado en Estado Mayor y profesor colaborador en el máster de prevención del terrorismo en la Universidad Rey Juan Carlos.
Es un experto en temas de Defensa y hace dos días ofreció unas declaraciones a cerca de la acogida del barco Aquarius. Ballesteros valoró que España haya «hecho un gesto» al acoger a los inmigrantes del Aquarius, aunque advirtió del riesgo de atraer a más, pues, «si abres un portillo, por ahí te van a venir todos».
‘Es sólo la punta del iceberg’
El general Ballesteros recalcó, en este sentido, que la llegada de las 629 personas que viajaban a bordo de ese barco, al que se negó la entrada en Italia, «es solo la punta del iceberg» de un fenómeno migratorio al que podrían sumarse otros muchos ciudadanos de países próximos a Europa.
Desde ese planteamiento, se mostró comprensivo, de hecho, con la actitud del Gobierno de Italia, que rechazó el desembarco de esas 629 personas en su país debido a que este lleva tiempo «aceptando una inmigración masiva» sin haber recibido la colaboración que debería de la Unión Europea.
A su juicio, Bruselas ha actuado como si hubiera «olvidado que las fronteras de Italia no son de Italia, son de la Unión Europea» y, en consecuencia, es esta la que debe trabajar para afrontar el fenómeno de la llegada de extranjeros de forma irregular.
Puesto que esta «es un problema enorme que tiene que resolver la Unión Europea», sentenció.
‘Hay que actuar en los lugares de origen’
El director del Instituto Español de Estudios Estratégicos, que hizo estas declaraciones en Las Palmas de Gran Canaria este martes tras ofrecer una conferencia en el foro que organizan los diarios «La Provincia» y «La Opinión de Tenerife» y dentro de una ronda de preguntas del público, precisó, además, que es necesario «resolver el problema allí», en los países de origen de los inmigrantes.
Países cuyas condiciones de vida motivan el éxodo de sus habitantes, recordó, señalando como ejemplo de ello la situación de la población de Mali, donde la renta diaria por persona es de dos euros, una cantidad con la que «se pasa hambre».
Y esa es la causa de que salgan del país, ya que «ellos no vienen a Europa porque no les guste vivir en Bamako (la capital de Mali). A ellos les gusta vivir en Bamako, pero aspiran a un futuro con más oportunidades».
Por todo lo expuesto, Miguel Ángel Ballesteros concluyó que lo que se debe hacer es contribuir a mejorar sus expectativas en sus países para que no se vean obligados a marcharse y que, a tal, fin, «hay que llevar allí educación, industria y desarrollo», como vía para que los potenciales inmigrantes permanezcan en sus lugares de origen.
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