La histórica empresa asturiana, Duro Felguera, vuelve al centro de la polémica por sus problemas en Venezuela y sus vínculos con el PSOE. Desde el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la compañía ha mantenido relaciones estrechas con Caracas, donde llegó a gestionar contratos millonarios. Durante esa etapa, España firmó con el régimen de Hugo Chávez importantes acuerdos de defensa, incluyendo la venta de 12 aviones y ocho fragatas por valor de 2.000 millones de euros, una operación liderada por José Bono, entonces ministro de Defensa. Sin embargo, los problemas financieros de la empresa se han agravado en los últimos años, hasta el punto de necesitar un polémico rescate de 120 millones de euros en 2021.
Nuevas revelaciones del caso Delcygate apuntan a que Duro Felguera fue una de las empresas beneficiadas en las negociaciones que motivaron el viaje de Delcy Rodríguez a España en enero de 2020. Según la UCO y un informe de la Agencia Tributaria, Víctor de Aldama, un comisionista vinculado a la trama, desempeñó un papel central en los contactos con Venezuela. Aldama, que en aquel momento trabajaba para Air Europa gestionando una deuda venezolana de 200 millones de dólares, también estaba al servicio de Duro Felguera. Su labor habría incluido mediar en transacciones en especie relacionadas con petróleo y oro.
El polémico aterrizaje de Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Barajas el 20 de enero de 2020, que generó una tormenta política, no fue un hecho improvisado. Documentos obtenidos por los investigadores revelan que Aldama diseñó y coordinó el viaje junto con Rodríguez y con el visto bueno del Ejecutivo español. Entre las pruebas clave figura un mensaje de José Luis Ábalos a Pedro Sánchez, enviado el 16 de enero de 2020, en el que informaba al presidente sobre la visita de la vicepresidenta venezolana. Ábalos afirmó que la gestión beneficiaría a empresas españolas, incluida Duro Felguera, aunque luego se descubrió que el supuesto cobro de una deuda millonaria era falso. Sánchez respondió con un breve «bien», dando su aprobación.
Las negociaciones entre las partes comenzaron meses antes. Durante la COP25 celebrada en Madrid en diciembre de 2019, Jorge Rodríguez, hermano de Delcy y representante de Venezuela, habría acordado los detalles del viaje con Ábalos. Apenas unos días después, el 8 de diciembre, Aldama y Koldo García organizaron una fiesta sorpresa por el 60 cumpleaños de Ábalos en Madrid, a la que asistieron figuras destacadas como Pedro Sánchez y Begoña Gómez. Este evento reforzó los lazos entre los involucrados y marcó el inicio de los preparativos del polémico encuentro.
El caso también apunta a la implicación de Koldo García y Rafael Pérez, entonces jefe de Gabinete de Fernando Grande-Marlaska. Según la UCO, García inició los trámites para organizar la visita de Delcy Rodríguez tras recibir un mensaje de Ábalos que incluía un pantallazo de la aprobación de Sánchez. La investigación detalla que Pérez colaboró en la logística, aunque inicialmente el ministro del Interior negó su participación, hasta que fue obligado a admitirla.
El Delcygate no solo cuestiona la relación del Gobierno con Venezuela, sino también los intereses económicos y políticos que han marcado los vínculos entre ambas partes desde la era Zapatero. Mientras tanto, Duro Felguera sigue enfrentando investigaciones judiciales tanto en España como en Venezuela, lo que complica aún más la ya controvertida trama.