El Plan Global frente a inundaciones del Júcar, diseñado en el año 2000, proponía construir tres presas en áreas vulnerables a inundaciones para controlar casi la mitad de un territorio ante el riesgo de riadas. Sin embargo, tras más de dos décadas, las presas de Estubeny y Marquesado han quedado fuera de los proyectos del Gobierno, que las considera de viabilidad dudosa. La tercera presa, Montesa, aún figura en los planes del Ministerio de Transición Ecológica, aunque su avance ha sido limitado, ya que solo se ha comenzado a tramitar su declaración de impacto ambiental.
En 2000, el plan establecía que la superficie no controlada por embalses de laminación desde las presas de Tous, Bellús y Forata hasta el punto de confluencia con el Júcar abarcaba unos 2.230 km². De haberse construido las tres presas proyectadas, se habrían asegurado 246 km² con la presa de Estubeny, 520 km² con la de Montesa y 300 km² con la de Marquesado, alcanzando así un 48% de control sobre el área con alto riesgo de inundaciones.
En enero de 2023, el Ministerio de Transición Ecológica aprobó una nueva planificación hidrológica para la cuenca del Júcar, en la que ya no figuran las presas de Estubeny y Marquesado. El plan actual destina 223 millones de euros a proyectos de contención de inundaciones entre 2022 y 2027, asumiendo que los fenómenos climáticos extremos serán más frecuentes debido al cambio climático. En total, el plan incluye 492 medidas con un presupuesto global de 2.185 millones de euros.