El portavoz y secretario jurídico de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Daniel Timón, ha acusado a Óscar Puente de mentir con sus declaraciones sobre el incidente que paralizó la línea de alta velocidad entre Madrid y Sevilla el pasado domingo. Según Timón, el ministro de Transportes habló de «sabotaje» sin que los agentes hubieran podido siquiera llegar al lugar para iniciar la investigación.
Desde la AUGC insisten en que los indicios que manejan los agentes desplegados en el terreno apuntan con claridad a un caso más de robo de cobre, una práctica delictiva habitual en la provincia de Toledo, y no a un ataque premeditado contra el sistema ferroviario, como sugirió el Gobierno. «Esto ha sido un robo en toda regla», asegura Timón, quien considera que la versión oficial se ha construido sobre premisas infundadas.
El robo, cometido en un tramo de la infraestructura ferroviaria entre Madrid y Andalucía, afectó al cableado de señalización, concretamente al cobre guía que discurre por tierra, un tipo de material muy codiciado por su valor en el mercado negro. «No se han tocado las catenarias porque nadie se atreve a eso; puedes electrocutarte», explica el portavoz de la AUGC.
Para Timón, la elección del momento no fue casual: «Lo hicieron un domingo por la tarde, cuando el despliegue de patrullas es mínimo». Ese día, señala, apenas había tres unidades cubriendo una veintena de municipios, lo que facilitó a los ladrones actuar sin ser detectados. Además, en jornadas dominicales, la actividad agrícola se reduce notablemente, por lo que no había trabajadores en las fincas cercanas que pudieran alertar del delito.
El material sustraído no se mide en longitud, como se ha dicho desde Transportes, sino por peso. «Hablan de 150 metros, pero lo que importa es cuántos kilos han robado», señala Timón, que estima que el cable extraído puede tener un diámetro de entre 70 y 90 milímetros. A su juicio, la estimación oficial no refleja con precisión el alcance real del daño.