Los comercios de Cataluña denuncian el acoso por parte de las administraciones y de los denominados «activistas por el catalán».
Unos 60 establecimientos del entorno de la Sagrada Familia, en Barcelona, se encuentran en el punto de mira porque no incluyen el catalán en su rotulación y porque no tienen personal para atender a los clientes en esta lengua.
Entre los comercios hay restaurantes, cafeterías, tiendas y centros de estética. Las sanciones por vulneración de los «derechos lingüísticos» se han multiplicado en la región hasta los 500.000 euros.
Cabe señalar que Barcelona contará con una «policía lingüística» para multar a los comercios que no atiendan o no rotulen en catalán. Los inspectores municipales además de verificar que los negocios tienen todos sus permisos en regla y cumplen las normativas también tendrán que comprobar que cumplen con sus «obligaciones lingüísticas».
En abril la CUP de Barcelona interpuso más de 120 denuncias a establecimientos comerciales de la ciudad por no rotular en catalán e incumplir así la Ley de política lingüística, en el marco de su campaña ‘Defensem la Llengua’.
Así, señalaron que el catalán «está viviendo un proceso de suplantación lingüística en favor del español y el inglés» en comercios, algo que consideran que genera un clima de «discriminación lingüística» y compromete «la cohesión de la ciudad».