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La continuidad de esta unidad depende de la relación entre Turull y Rovira

El separatismo catalán recupera su unidad estratégica de cara a una repetición electoral

Marta Rovira y Carles Puigdemont

El separatismo catalán ha logrado restablecer su unidad estratégica después de tres años de divisiones. En el último intento, realizado en 2021 alrededor del Consejo de la República, la iniciativa no prosperó y se disolvió tras diez meses. Ahora, Carles Puigdemont ha aprovechado la retirada temporal de Oriol Junqueras para acercarse nuevamente a la CUP y a ERC.

Este apoyo permite a Junts presionar por unas nuevas elecciones en Cataluña, posiblemente en octubre, si ni Salvador Illa ni el propio Puigdemont consiguen una mayoría suficiente para ser investidos.

Tal y como ha adelantado El Confidencial, la continuidad de esta unidad depende de la relación entre los secretarios generales, Jordi Turull (Junts) y Marta Rovira (ERC). Sin embargo, el primer paso ya se dio en una discreta reunión entre Rovira y Puigdemont en Ginebra (Suiza) el pasado 5 de junio. La primera muestra de esta unidad es la designación de Josep Rull como presidente del Parlamento, con una mesa donde los independentistas tienen la mayoría.

Con esta composición, Puigdemont se asegura una vía para forzar nuevas elecciones en Cataluña, una estrategia que ya contemplaba durante la campaña catalana. Aunque a ERC y a la CUP no les conviene volver a las urnas y prefieren una legislatura breve, los republicanos prefieren esta opción antes que pactar con el PSC.

En 2021, la situación fue distinta. No solo fue más lento, sino que también tuvo menos repercusión pública. Según el periodista Gerard Sesé en su libro «De la resistencia a la independencia. El Consell de la República visto por dentro», cuando Pere Aragonès fue investido presidente en mayo de 2021, comenzó a reunirse lo que se conoció como «Espacio Transitorio Paralelo«.

Este espacio, que incluía a ERC, Junts, CUP, ANC, Òmnium y el Consell de la República, se reunía quincenalmente y, en algunos períodos, semanalmente. Sesé señala que era necesario «reconstruir un espacio entre los principales actores políticos y cívicos del independentismo para trazar alianzas, establecer una hoja de ruta y ejercer un liderazgo en la sombra del movimiento: una dirección estratégica independentista».

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