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El silencio podemita tras la mordaza de Maduro: Pide 30 años de cárcel para los opositores por tuitear

Iglesias y Garzón se mantienen callados ante la petición de Nicolás Maduro de encarcelar 30 años a los opositores por tuitear contra la Constituyente.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha respondido a las críticas por reprimir con violencia a los venezolanos, y ha asegurado que «no es un dictador» pero que a veces «le provocan para convertirse en ello frente a los especuladores hijos de la gran madre (sic)».

En un acto con miembros de la Asamblea Constituyente, considerada «ilegítima» por la Unión Europea y Estados Undidos, y ante el atronador silencio de la izquierda política y mediática española que cada cierto tiempo denuncia que vivimos en una «dictadura» que «condena por poner tuits», ha pedido 30 años de prisión para los opositores que se manifestaron en contra el pasado domingo a través de Twitter por considerar que busca perpetuar al chavismo en el poder.

Alberto Garzón y Pablo Iglesias, que no han censurado el aumento del número de presos políticos en el país sudamericano desde el pasado 1 de abril, cuando se iniciaron las manifestaciones antiMaduro -el director de la ONG Foro Penal Venezolano (FPV), Alfredo Romero, ha señalado este jueves que la cifra asciende ya a 620-, han rechazado defender el derecho a la libertad de expresión de los opositores venezolanos, un hecho que sí hicieron tras las condenas a varios tuiteros -siempre vinculados a la extrema izquierda- por un delito de enaltecimiento del terrorismo a través de la red social de microblogging.

Defendieron al líder de Def con Dos, César Strawberry, condenado a un año de cárcel por humillación a las victimas tras burlarse en una serie de tuits de José Antonio Ortega Lara -«habría que secuestrarle ahora», dijo- y afirmar que el «fascismo» sin complejos de Esperanza Aguirre le hacía «añorar hasta los GRAPO».


Además, respaldaron a Cassandra Vera, condenada a un año de cárcel por enaltecimiento del terrorismo. Vera además de mofarse de Luis Carrero Blanco, asesinado por la banda terrorista de ultraizquierda ETA, pidió la muerte de periodistas y dirigentes políticos, y mostró su sectarismo en una serie de tuits humillantes en los que reconocía su cristianofobia y su admiración hacia Stalin.

Es preciso recordar que el grupo parlamentario de Unidos Podemos presentó una proposición no de ley en el Congreso en la que instaba al Gobierno a presentar una reforma para suprimir el delito de enaltecimiento del terrorismo. Iglesias lamentó que en un país en el que «la corrupción es una forma de gobierno, alguien pueda ir a la cárcel o pueda ser inhabilitado por un tuit«. «Habla muy mal del estado de nuestra democracia el hecho de que alguien pueda ir a la cárcel por unos comentarios en redes sociales«, señaló.

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