«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Ermua recuerda a Blanco, ‘frente a quienes tratan como héroes a los asesinos’

Frente al monolito que recuerda a todas las víctimas del terrorismo, el alcalde ha recordado que ETA quiso acabar con «el derecho a la vida, imponer su visión y su patria etnicista».

El Ayuntamiento de Ermua ha destacado este viernes, en el 21 aniversario del asesinato del edil del PP en este municipio Miguel Ángel Blanco por parte de ETA, que esta localidad continúa «enfrente de quienes tratan como héroes a los asesinos».

Así lo ha manifestado el alcalde de Ermua, el socialista Juan Carlos Abascal, en el homenaje a Blanco, en el que se ha recordado también al peluquero Sotero Mazo, asesinado por esta banda terrorista hace más de 37 años en este municipio.

«Queremos decir que estamos enfrente de todas aquellas personas que, en un momento determinado, nos llaman franquistas y antivascos, por defender la pluralidad de ideas; enfrente de quienes tratan como héroes a los asesinos y de quienes justifican los actos violentos como respuesta lógica por la existencia de un conflicto», ha señalado el alcalde.

En un acto organizado frente al monolito que en Ermua recuerda a todas las víctimas del terrorismo, el alcalde ha lamentado que, con la muerte del edil del PP y el peluquero, así como con la del resto de asesinados por la banda terrorista, ETA quiso acabar con «el derecho a la vida, imponer su visión y su patria etnicista». Antes de que políticos y vecinos participaran en una ofrenda floral en memoria de Blanco y Soto, el alcalde de Ermua ha recalcado que ETA intentó crear con sus asesinatos «un estado paralelo, donde quien no pensaba como ellos era señalado con carteles, amenazas, insultos o pintadas», veía quemado su coche o su casa o arrebatada su vida. Esta situación, según ha señalado, «dio lugar durante décadas al miedo, al silencio y a la parálisis de la sociedad», hasta que, tras el secuestro y asesinato de Blanco, estos sentimientos se transformaron «en movilización y gritos de libertad». «La violencia se les volvió en contra y se convirtió en un lastre para los totalitarios, porque en Ermua ETA asesinó a Miguel Ángel y a Sotero pero no consiguió sus objetivos totalitarios y tampoco logró arrebatarnos nuestra dignidad», ha apuntado.

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