La baja demanda de coches eléctricos ha llevado a la marca Ford a tomar medidas drásticas en su planta de Colonia, donde se fabrican los nuevos modelos eléctricos Explorer y Capri. Ante el descenso de las ventas, especialmente en Alemania, Ford ha decidido ajustar temporalmente sus volúmenes de producción en el Centro de Vehículos Eléctricos de Colonia. La portavoz de la empresa declaró al diario Kölner Stadt-Anzeiger que la compañía solicitará a la Agencia Federal de Empleo la introducción de jornadas reducidas debido al deterioro de las condiciones del mercado de vehículos eléctricos.
A partir de la semana que viene y hasta las vacaciones de Navidad, la planta de Colonia operará en un sistema de producción alternado, con semanas de trabajo seguidas de semanas de descanso. La medida afectará la actividad en la fábrica por un total de tres semanas de inactividad. Según fuentes del sector citadas por el periódico mencionado, este ajuste se realiza a consecuencia de de la demanda «excesivamente por debajo» de lo previsto.
Ford ha apostado enérgicamente por la electromovilidad en Europa. La empresa ha invertido más de 2.000 millones de dólares (1,9 mil millones de euros) en su planta de Colonia, que ha sido transformada en un centro de producción de bajas emisiones. Más de 3.000 empleados han sido capacitados para respaldar esta transición hacia la fabricación de vehículos eléctricos.
Sin embargo, la situación del mercado ha cambiado drásticamente. La retirada de las ayudas a los coches eléctricos a finales de 2023 y la incertidumbre generada por el debate en la Unión Europea sobre la posible revocación de la prohibición de los motores de combustión han añadido presión al sector. Ford prevé que, además de los días sin producción programados hasta Navidad, también habrá paradas intermitentes en el primer trimestre de 2025.