La pérdida de rendimiento de los castellanoparlantes respecto a los catalanoparlantes es más intensa entre los chicos que entre las chicas, más entre los alumnos escolarizados en centros públicos que en los concertados y también es mayor entre los de más recursos económicos y socioculturales.
Son algunas de las principales conclusiones del estudio «Efectos de la inmersión lingüística sobre el alumnado castellanoparlante en Cataluña», presentado este jueves por la Fundación Europea Sociedad y Educación y que ha sido realizado por el catedrático de Economía Jorge Calero y el profesor de Economía Álvaro Choi, ambos de la Universidad de Barcelona.
El trabajo destaca asimismo que «el alumnado que tiene el castellano como lengua materna alcanza un rendimiento inferior al de sus compañeros catalonoparlantes en Lectura y Ciencias».
«Hemos estudiado la relación neta entre el idioma materno y el rendimiento», ha especificado Calero, que ha comentado que el hecho de que las chicas castellanoparlantes tengan mejor rendimiento que sus compañeros varones puede deberse a que «ellas tienen mejor adaptabilidad a la institución educativa» y a que también suelen sacar mejores notas en Lectura.
Los datos están basados en la evaluación PISA 2015 realizada en colegios de Cataluña (las pruebas se hicieron en catalán), aplicada a los alumnos de 15 años, y que realizaron 1.769 alumnos de 52 centros.
No obstante, la investigación se ha fijado en 1.347 alumnos de 44 centros ya que no se ha contado con el alumnado de los centros privados ni con los que llegaron a España con 6 o más años.
Las conclusiones del estudio ha llevado a los autores a asegurar que «la inmersión lingüística en Cataluña no es un modelo de éxito educativo» a pesar de los mensaje de la Generalitat en sentido contrario; «no lo es con estos resultados», han enfatizado.
Para estos expertos hay «unos perdedores claros» que son los alumnos castellanoparlantes, pues llegan a sacar 10 y 11 puntos menos en los resultados de PISA, lo que equivale a un trimestre de curso.
Y, en concreto, los alumnos varones sacan 20 puntos menos, es decir, llevan dos trimestres de pérdida respecto a sus compañeros catalanoparlantes.
«Las políticas tienen unos efectos que deberían ser tenidos en cuenta», han recalcado Calero y Choi, que han abogado, entre otras soluciones, con cumplir las sentencias del Tribunal Supremo en cuanto a que el 25 % de las clases sean en castellano en Cataluña.
Las portavoz de Ciudadanos en Educación en el Congreso, Marta Martín, que ha acudido como oyente a la presentación del trabajo, ha comentado que este estudio «era necesario para mostrar con evidencias científicas lo que algunas fuerzas políticas» llevan diciendo desde hace tiempo, que «no se puede hacer una imposición lingüística sin pensar en los más afectados, los niños».
«Hay que replantearse seriamente el tema de la inmersión lingüística, vamos a seguir batallando no solo porque sea una cuestión ideológica sino porque sobretodo perjudica a los niños catalanes».