«La Sanidad aquí ya no es lo que era». Esta es la opinión mayoritaria de los vascos sobre el servicio de salud, que se ha convertido en una de sus grandes preocupaciones. Según el CIS, la sanidad es el primer problema en la región por delante del paro, la situación económica o la vivienda (recibe una nota de un 4,8 sobre 10). Hace no tanto (en 2019), más del 80% de la población tenía una imagen positiva de la Sanidad vasca, administrada por el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza).
Con la pandemia se disparó de 48 a 90 días la espera media para ser operado en el País Vasco (ahora se sitúa en una media de 60). En consulta externa ha pasado de 39 a 80 días desde 2021. Los profesionales sanitarios denuncian que en el sector hay «altas» tasas de temporalidad y una gestión con criterios exclusivamente «economicistas».
Los ciudadanos se quejan de la situación de la Atención Primaria, que cuenta con 0,77 médicos por cada 1.000 habitantes (por debajo de la media nacional, que es de 0,78). Además, el País Vasco sigue a la cola en la tasa de ambulancias por habitante (tercera más baja de España). Y todo siendo una de las regiones líderes en gasto per cápita (2.229 euros) en sanidad. También demandan más tecnología y mejores instalaciones.
VOX: «El colapso de la Sanidad vasca es evidente»
Desde VOX, la candidata Amaia Martínez considera «inaceptable» la inequidad en el acceso a servicios sanitarios que sufre la población de provincias como Álava, pide la misma «accesibilidad» sea cual sea el lugar en el que resida y aboga por acabar con el requisito lingüístico.
Para la formación liderada por Santiago Abascal el «colapso» de Osakidetza es evidente «para cualquiera que se acerque a urgencias o pida cita en la mayoría de especialidades». Así, en su programa electoral denuncia que el gasto político superfluo y «los caros delirios ideológicos» del separatismo y la izquierda han colapsado la Sanidad vasca y han degradado los servicios sociales, y recuerda que más de 1.300 vascos murieron en 2023 esperando la prestación de dependencia.
Por ello propone un plan para la retención de talento y la vocación sanitaria centrado en la mejora del poder adquisitivo de los trabajadores para «fomentar el retorno y acabar con la fuga de profesionales sanitarios«; cumplir de forma estricta las agendas médicas con el límite máximo establecido de 35 pacientes por día; implementar medidas que fomenten la conciliación laboral y familiar de los profesionales sanitarios, especialmente aquellos que tienen menores, o personas mayores o con discapacidad a su cargo; y garantizar la apertura y continuidad asistencial durante el verano, la Navidad y los festivos en todos los centros de salud (poniendo así fin a la brecha asistencial que tiene lugar durante el año).
Asimismo, promete reforzar las unidades de cuidados paliativos; y garantizar la libertad de conciencia del personal, una asistencia sanitaria de calidad en todas las zonas rurales, e información, apoyo y alternativas a todas las madres embarazadas frente a la promoción del aborto del Gobierno PNV-PSOE. «Es urgente mejorar las condiciones laborales y retributivas de los profesionales de la Sanidad vasca, aumentar la plantilla y reforzar el servicio de ayuda a domicilio», concluye VOX.